28 de febrero de 2008

Un día en la nieve!!!


Otra de nuestras aficiones, que al igual que la bici se ha despertado un poco tarde, es el esquí. Todo empezó como un capricho de Marga, se llevó mucho tiempo diciendo que le hacía ilusión esquiar al menos una vez en su vida. Así que hace tres años contratamos un curso de un fin de semana en Sierra Nevada (Granada).

Nuestros primeros contactos no fueron todo lo agradable que pensábamos, especialmente Rubén, que llegó hasta pasarlo mal. Es aburrido estar en un tramo de apenas 100 metros subiendo y bajando casi dos días aprendiendo a frenar. Pero como todo en esta vida es cuestión de insistencia, al año siguiente, y aprovechando que el Ayuntamiento de Tomares subvenciona fines de semana en la Sierra con monitor incluido, volvimos.

El mejor momento fue cuando la monitora, cansada de que Rubén no diera bien las curvas, y tras llevarse por delante a más de un esquiador, optó por subirnos a pista, y salir de las agotadoras alfombrillas.

A partir de aquí todo cambio. Con un poco de pendiente y velocidad, empezaron a salir curvas, frenadas y derrapes. Una vez que controlas esto, da igual la pista en la que te metas, y creernos, no es lo mismo esperar 15 min. de cola para tirarte 200 metros, que esperar ese mismo tiempo para tirarte pistas de 2 ó 3 kms...

Este ha sido nuestro tercer año esquiando, y ahora ya sí podemos decir que sabemos esquiar!!, y es una pasada. Hemos pasado de pararnos acojanados en cada cornisa del Río a estudiar la trazada y ver dónde podíamos parar, a bajarlo de un tirón y preguntarnos ¿cuál era la cornisa que nos daba miedo???. Hemos pasado de esquiar con chandal y guantes de moto, a tener un equipo medio decente (vaya, como en la bici, jajaja)

Ayer día 27 de febrero volvimos a Sierra Nevada. Fue un día genial, no había demasiada nieve, y es una pena ver a sí la sierra. Pero las pistas estaban estupendas, sin hielo, con muy poca gente... llegamos a bajar la Loma de Dílar los dos solos!!!, sin nadie, toda la pista para nosotros, y eso es una gozada...

Al final del día nos hemos metido en una pista roja. Aunque para ello ha sido necesario un pequeño engaño de Rubén. Preguntó: ¿confías en mí?, pues vente por aquí.... y allí estábamos bajando la pista roja sin grandes dificultades... difícil sólo es un concepto mental. Y es que como hemos dicho, una vez que controlas los giros y los derrapes, puedes bajar casi cualquier cosa...

Ahora miramos más de cerca al Veleta, y nos seguimos preguntando, ¿por qué subir?. La respuesta ya no es sólo porque está ahí, sino también por que así podré bajarlo esquiando...
Aquí os dejamos unos vídeos:

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