19 de octubre de 2010

Puente del Pilar por la Sierra Madrileña


Quien nos iba a decir, cuando reservamos todo lo necesario para realizar nuestro viaje deportivo del puente del Pilar que en esa fecha vendría el primer temporal del otoño. Sobre la marcha intentamos adaptar el viaje a las circunstancia. No nos llevaríamos las bicis y si el tiempo se ponía muy feo haríamos algo de turismo “convencional”. Así que allí estábamos, el viernes a eso de las 14:30 poniendo rumbo a la sierra madrileña.

El viaje fue más rápido de lo que pensábamos, hasta por primera vez el GPS fue algo útil. Estaba convencido de salir de Madrid por la A-1 dirección norte y el GPS se empeñó en meterme por una vía paralela, no sé ni como le hice caso, pero me libró de un buen atasco. Sobre la 9 de la noche estábamos en el camping de Guadalix y la primera impresión fue, bueno dejémoslo en regular. Yo me imaginaba un camping en un entorno idílico, con bungalows preciosos, todo de césped, al estilo de cuando estuvimos en Hervás, y me encontré un camping de movile homes, vamos autocaravanas al más puro estilo americano, con calles de tierras sin cuidar. Me sentía como el hombre Cangrejo en la serie me llamo Earl, pero una vez superado el shock todo fue muy bien, cómodas, tranquilas y con todo lo necesario, desde luego es mucho mejor que encerrarte en una habitación de hotel.

A la mañana siguiente el día estaba muy muy feo, decidimos no hacer ruta e ir a ver la sierra de Guadalajara. De camino hicimos una breve parada en Torremocha (ultimo pueblo de Madrid), un bonito pueblo con casas de piedras muy bien restauradas, en el que destaca una fábrica de harina a las afueras que han transformado en salón de celebraciones, y Uceda (primer pueblo de Castilla) con unas increíbles vistas al valle y con un cementerio que nos sorprendió muchísimo, está situado en una antigua basílica en ruina, lo que le da un aspecto tétrico y casi aterrador. De ahí directos a Tamajón, primer pueblo de la sierra, bueno la verdad que no sé como se llama la sierra pero a partir de aquí comienza los conocido como pueblos negros por el color de sus casas.

El cambio es radical pasamos a pueblos más pequeños, más rurales, más auténticos y porque no decirlo más bonito, y es que si algo me ha decepcionado de la sierra madrileña es que los pueblos son, digámoslo claramente, feos, parecen urbanizaciones de las afueras de una gran ciudad. Además una de las cosas que me encanta de esta zona son las iglesias románicas, no sé que me atraen tanto de estas iglesias, quizá que no las haya en Andalucía, pero para mi nada le tienen que envidiar a las grandes construcciones góticas. No me enrollo más, en Tamajón tienes 2 alternativas, nosotros recorrimos la sierra por Valverde de los arroyos, muy bonita, con pueblos encantadores, yo destacaría Huerce, calles estrechísima con rampas imposibles, no sé ni como metimos el coche por allí. La otra alternativa parecía la más auténtica Campillo de ranas (que te lo aconsejan en muchas guías) y sobre todo Majaelrayo famoso pueblo por un anuncio de un 4*4 de los noventas, os acordáis de aquel viejo que decía y el Madrid que, otra vez campeón de Europa, lo anunciaban como el pueblo más perdido de España, una lástima que no tuviesemos tiempo para verlo.

Ya saliendo de la Sierra breve para en Atienza, con un bonito castillo y en Sigüenza sin duda el pueblo más bonito de los que estuvimos, además había dejado de llover y pudimos pasera para ver su Catedral y sobre todo su castillo, que es Parador Nacional, increíble sitio para quedarse. Parada a Comer en Medinacelli otro bonito pueblo de piedra ya en la provincia de Soria, aunque mas que el casco histórico, lo que nos gustó del pueblo fue la calzada romana y el arco de la entrada, creo que es el único de España de tres ojos, y la comilona que nos pegamos, migas y pata de Cordero, es que tenía antojo. Ya de vuelta breve parada en la capital, la verdad que Guadalajara se puede resumir en una línea, pero para no ser muy malo, diré que el Alcazar Real es precioso, tanto por fuera como por dentro, bien merece visitar la ciudad sólo por verlo.

El Domingo el tiempo había cambiado radicalmente, hacía un buen día, por lo que decidimos ir a ver la Pedriza. La entrada al parque está en Manzanares el real, que por cierto tiene un precioso castillo. Tiene infinitas posibilidades para los deportes de montañas: senderismo, montañismo, escalada, MTB, etc entre ellas escogimos subir a la Maliciosa, una montaña de 2250mtrs.

La subida la realizamos por un sendero muy bonito entre bosques de pinos, sin mucha dificultad técnica, solo el tramo final y más por la inclinación que por otra cosa. Las vistas desde arriba fantásticas, se podía ver perfectamente la cruz del valle de los caídos, el escorial y todo el valle con Madrid al fondo, ya entre nubes, pero se intuían perfectamente los grandioso rascacielos de la entrada norte, una pena las nubes que había hacia el norte que nos permitían ver las cumbres más altas, La bola del mundo y sobre todo Peñalara. La bajada fue algo más complicada, el primer tramo lo hicimos buscando el río (creo que el Manzanares), por donde mejor podíamos sin camino y sin track en el GPS, y una vez cruzado el río había un sendero siempre junto a éste, que por momentos se hacía algo complicado. La verdad que esta zona es preciosa, vas bajando junto al río viendo sus cataratas, sus laguitos, etc etc, pero son muchos kilómetros de bajada por un sendero que al final se empieza a hacer interminable. Y es que pretendíamos hacer una pequeña ruta por la mañana y al final siempre nos pasa los mismo, casi 18Kms, más de 1500mtrs de desnivel y 7 horas de ruta, casi nada.

http://www.youtube.com/watch?v=cvY_0k3AVss

Por la tarde, decidimos ir a ver la gran capital, pensaba que una tarde de domingo de Puente estaría tranquilo, pero que caos, había un concierto en la zona de Cibeles por lo de la Hispanidad y menudo atasco. Nos tragamos el atasco camino del reina Sofía, que para colmo estaba cerrado y no pudimos verlo y nos tragamos el atasco otra vez camino del templo de Debod. Este era un capricho, y es que era de las pocas cosas de Madrid que aún no habíamos visto, y para mi de lo más bonito que tiene, un auténtico templo egipcio en medio de la ciudad, templo que donó el gobierno egipcio por la ayuda que le prestamos en rescatar Abu Simbel cuando se construyó la presa de Asuam, creo que es un tesoro poco promocionado. Y de nuevo atasco (a las 10 de la noche) para ir a comer al barrio de Salamanca, tan arto estaba que paré en el primer sitio que encontré para aparcar, y mira acerté, un restaurante con comida de diseño en la calle Velazquez. A mi Madrid me gusta muchísimo y tiene muchas posibilidades, pero para recorrerlo con tranquilidad sin prisa y sobre todo sin coche, la próxima vez aparco a las afueras y cojo el cercanía.

Se supone que el lunes iba a ser el mejor día climatológicamente hablando, por eso lo habíamos reservado para la ascensión a Peñalara, nuestro principal objetivo del viaje, pero como siempre digo si yo me equivocase tanto como el hombre del tiempo hace ya mucho que me habrían echado. Amaneció muy nublado y frío mucho frío. Era curioso, pero conforme subíamos el puerto de Navacerrada bajaba la temperatura 1º cada 100mtrs, clavado, y así hasta que aparcamos el coche en cotos a 1800mtrs y 4º de temperatura.

La zona preciosa, múltiples senderos muy bien señalizados, lástima que conforme subíamos la niebla iba a más, así hasta que llegamos hasta la Laguna de los Pájaros, un precioso lago a 2200mtrs, nos quedaba tan sólo un par de KMs, pero éramos conscientes que nos quedaba el paso más complicado, “los claveles” y con esta niebla y con la lluvia que empezaba a aparecer, era una auténtica temeridad. Incluso preguntamos a un par de montañeros que también habían decidido volverse, no nos lo aconsejaron. La verdad que fue un palo, es la primera vez que abandono una ascensión y nos hizo sentirnos bastante mal, pero como dije en el vídeo (luego Ana se descojona porque dice que me he puesto muy filosófico), retirarse a tiempo te asegura el poder volver.

http://www.youtube.com/watch?v=VSYmhesmSNE


La tarde la pasamos tranquilamente con el coche recorriendo la zona de Rascafría, subiendo los puertos de Cotos y la Morcuera, para recordarme que tengo que volver con la bici.

Al día siguiente del tirón para casa, tuvimos la tentación de intentar ir a Peñalara, pero hubiese sido una paliza, nos quedaban 600Kms por delante, y había sido un puente intenso como para darnos esa paliza. Del tirón pero parando en el Xanadú, como no íbamos a sucumbir a la tentación, al menos de ver la pista de esquí. Bueno no es gran cosa unos centenares de mtrs de pista, pero si tienes mucho mono de esquí y vives en Madrid quizás merezca la pena.

La verdad que se nos ha quedado el viaje original casi completo por realizar, ni bici, ni Peñalara, ni museo Reina Sofía, pero disfrutamos de lo lindo de la Sierra, de este tipo de Sierra que tanto nos gusta. Desde luego tienen suerte esta gente de Madrid, a nosotros sólo nos queda esperar a la próxima vez que espero que sea muy pronto.