5 de mayo de 2017

Subida Teide 2017

Nos ha costado mucho separarnos por primera vez de nuestra 2 princesas, pero sabíamos que alguna vez tenía que ser la primera, y surgió casi sin pensar. Organicemos algo rápido, de tres o cuatro días como mucho, Berlín, Dublín… hasta que Marga me dijo, oye tu no querías subir al Teide?. Pues sí, era cuestión de cuadrar el avión con el refugio y listo, que el 26 de Abril a las 10 de la noche estábamos cogiendo un avión rumbo a Tenerife.



El viaje creía que iba a ser más odisea, pero nada de eso, todo perfecto, nos esperaron para recoger el coche  la 1 de la madrugada y antes de las 2 estaba el chico de la pensión (Pensión Neón) estaba  despierto sólo pendiente que nuestra llegada. Por cierto, pensamos en pensión por coger algo barato, total íbamos a dormir 6 horas y nos íbamos, pero la verdad que acertamos

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A la mañana siguiente tras un fantástico desayuno, incluido en el precio, fuimos a dar un paseo a la playa de los Cristianos. Bueno que quiere que os diga, una playa normal y corriente, con muchos guiris eso sí.  Compramos los víveres necesarios y empezamos a subir hacia el Teide con el coche. Primera parada Vilaflor, bonito pueblo de montaña, donde pudimos degustar una comida típica Canarias. La anécdota del día fue que unos alemanes nos preguntaron si estaban las sillas libres, y cuando le dijimos que si se sentaron en nuestra mesa. Para tomar una cerveza, algo incómodo, pero tenía un pase, pero cuando todos pedimos comida, en esa mesita no cabíamos, como se habían quedado mesas libres le dijimos a la mujer que por favor los sentara en otro lado, porque ni se inmutaban, parecía que querían estar con nosotros. La señora del bar se lo explicó amablemente y se fueron a otra mesa, que cariñosos son estos extranjeros, nos dijo, al fin pudimos comer tranquilos.


Tras la comida continuamos la marcha por una carretera metida en un bosque bastante bonito, con una niebla muy espesa que poco a poco fue levantando, bueno más bien los que levantamos fuimos nosotros, subiendo hasta más de 2000m, hasta la entrada del parque natural del Teide. Entonces el paisaje cambia, ya no hay bosque, no hay vegetación, sólo un impresionante paisaje de lava y piedras. Esto es nuevo para nosotros y estábamos entusiasmado, con el Teide, nuestro objetivo de mañana ya en la lejanía.





La carretera está llena de pequeños miradores, decidimos parar en el primero que vimos. Impresionante el paisaje volcánico, lavas de todas las formas y colores, en los carteles te explicaban de que época eras, unas de hace miles de años, otras de la edad media y así hasta la última erupción que bueno, ahora no recuerdo cuando fue. Rutas se veían por todos lados, subir al Teide por un lado por otro, a la montaña de al lado a la de más allá, es para llevarte aquí un mes. Los caminos que se adentraban en la zona de la lava estaban cerrado así que decidimos preguntar a unos operarios que estaban trabajando, nos explicaron que estaban haciendo un camino junto a la carretera porque mucha gente andaba por ella y era muy peligrosa. Pero lo peor fue cuando nos dijeron que tuviésemos cuidado con el coche, que había muchos robos y dejarlo una noche en un mirador era jugártela. Pues ya me fastidiaron el día, a ver dónde dejamos el coche esta noche.



Emprendimos el camino hasta el parador, donde están los famosos roques de García, famosos por los billetes de 1000 pelas, aunque no creo que ningún joven sepa de que estoy hablando, foto y para adelante que se nos hace tarde. Decidimos aparcar en el teleférico, suponía 2 Kms más andando, pero me quedaba más tranquilo, digo yo que aparcando junto a las taquillas (suerte tuvimos de encontrar sitio) y la tienda, algo más protegido estaría. Eran las 4:30 cuando empezamos la marcha a pie, 2kms por la carretera, y la verdad que sí, es peligrosa, así que al final decidimos hacerlo por el camino a medio construir, tenía una pequeña vallita, pero bueno, quien se va a enterar.




A las 5 llegamos a nuestro inicio de ruta, ruta de Montaña Blanca, primera sorpresa 8Kms hasta el refugio y el cartel dice 5h, no puede ser, llegamos a las diez de la noche, así que a correr, paso ligero, estábamos a 2200mtrs y había que salvar unos 1000. Los primeros 5Kms  son por una pista fácil con pendiente suave, íbamos tan rápido que tardamos a penas 1h. No me cuadra, me quedan 3Kms , creo que el que puso 5h se coló dos pueblos. A partir de ahí empieza lo difícil, 2-3Kms de sendero con mucha pendiente. No sé si era el resfriado la altura o yo que sé, pero apenas podía, y el corazón se me aceleraba cuando daba 2 pasos. Tardamos casi 2h, a las 7 estábamos en el refugio. A nuestro favor diré que de la gente que se veía subiendo detrás nuestra no nos adelantó nadie, así que no íbamos tan lento.


El refugio está bastante bien, tiene sus habitaciones con literas, los cuartos de baño muy lípidos y una cocina totalmente equipada, eso si la comida te la tienes que llevar tu. Merendamos, descansamos y charlamos con algún que otro “montañero” hasta la hora de cenar, creo que cenamos los últimos, como se nota que estaba lleno de guiris y a la cama pronto. El resfriado me estaba matando, muerto de frío y dolor de cabeza, miedo me da mañana a las 5 de la mañana, salir con tanto frío, no las tenía todas domingo.



La noche regulín, no son fáciles en los refugios, pero nos despertamos despejados y no hacía tanto frío -1º y sin viento. A las 6 en punto, según nos aconsejó el hombre que regentaba el refugio la mejor hora de salida para ver amanecer, estábamos listos en la puerta con nuestros frontales. Noche preciosa, estrellada, con el resto de islas que se intuían las luces en la lejanía. Salimos de los últimos, paso alegre, sorprendentemente me encuentro bien, vamos a buen ritmo, sin parar de ascender, a oscuras adelantado grupos, uno tras otro, hasta que alcanzamos los 3500mtrs.




Habíamos llegado a la zona que se visita con el telesfarico, ya se intuía las primeras luces del día. Para mi esta zona fue la peor, 1 Km de sube y baja, no estaba muy seguro si nos habíamos perdido, porque no veíamos a nadie, y si teníamos que recular ya si que no llegábamos para ver amaneces, al fin vimos el edificio de llegada del teleférico y un reguero de luces que subían por el cono hasta la cumbre, que tranquilidad.

Aún nos quedaban los últimos 200m de desnivel, duros pero ya tocábamos con la mano nuestro objetivo, y justo antes de llegar, ya tienes visibilidad del cráter, olor a azufre intenso y fumarolas de humos por todas partes nos recuerdan que esto es un volcán muy vivo. Es increíble ver cómo estás en el borde de un volcán, y en menos de 5 minutos cumbre. Había mucho menos gente de lo que pensaba, y pudimos subir a lo más alto sin agobios. Indescriptible, 3715 mts, se ven todas, las 7 islas, el espectáculo os lo podéis imaginar y más aún cuando empieza a salir el sol, como se va formando la sombra sobre el mar, esto solo lo entiende cuando está aquí.


Recuerdos a nuestras estrellitas y soletes y rápido para abajo. La bajada muy rápida en apenas 1h estábamos en el refugio y menos de dos horas después en la entrada del sendero. Marga y yo nos picamos con marcha nórdica e íbamos volando adelantando prácticamente a todo el mundo. El esfuerzo mereció la pena, porque justo al llegar llagaba un autobús y nos ahorramos los 2km de carretera, el coche en su sitio sano y salvo. De aquí directo a Santiago de la Laguna, la carretera muy bonita, por una cresta preciosa, sin perder altura, a más de 2000m, viendo la costa a tu izquierda y derecha hasta llegar al observatorio, donde empieza la bajada por un bosque precioso con árboles gigantescos, buen sitio para visitar tranquilamente, en otra ocasión.


Me empeñé en ir s San Cristóbal de la Laguna, en algún sitio había leído que era patrimonio de la Unesco o algo así lleno casas coloniales típicas. Bueno, fe no es, pero tampoco para tirar cohetes, al menos comimos en un sitio agradable, y de ahí a Santa Cruz, siesta y paseo por la ciudad. Santa Cruz otra que tal, no creo que esté en ninguna lista de las ciudades más bonitas del mundo, pero echamos una buena tarde, un paseíto una cervecita y una buena cena y a la cama que había sido un día largo y duro y mi resfriado iba a peor.


A la mañana siguiente cogimos el coche y fuimos a la zona del auditorio. Lo ves y ya sabes que es de Calatrava, igual que la Ciudad de las ciencia de Valencia, es un edificio bastante espectacular, y tiene unas vistas al mar bastante bonita, si no llega a ser por el entorno tan industrial hasta me hubiese gustado, pero ahí metido en medio del puerto pierde el encanto. Rápida visita y para Candelaria. Decidí parar en Candelaria por dos motivos, primero por ver la iglesia, creo que la más famosa de Tenerife, estilo colonial  y el otro por ver las estatuas de los reyes Guanches, como le conté a Marga, hace unos 15 años en un viaje a Gran Canarias quise ver las estatuas (las había visto en alguna revista) y por muchas vueltas que di no aparecieron las puñeteras estatuas, no me di cuenta hasta bastante después que las estatuas estaban en Tenerife, desde entonces tenía ese gusanillo por verlas.



Para terminar pequeño paseo hasta Adeje donde comimos, y vuelta a casa a ver e nuestras princesitas que ya la echábamos mucho de menos. Se nos ha hecho duro estar lejos de las peques, pero necesitábamos un viaje así, algo de aventura, realizar un proyecto en el que tanto habíamos pensado. Ha sido un viaje genial que repetiremos de vez en cuando, y espero que pronto se vayan incorporando nuestros pequeños soletes, como dice Cristina, toda la familia junta.