21 de julio de 2008

Bajarse al Moro


Tan lejos y tan cerca. Marruecos es uno de esos sitios que tenemos a un salto de piedra. Si te quieres salir de la rutina de los fines de semana, es el sitio ideal, te puede encantar o lo puedes odiar, lo que está claro es que no te va a dejar indiferente... No te va a dejar indiferente el saber que a 14 Kms tenemos ,no otro país, ni otro continente, sino otro mundo, otro planeta... El ferry es el tunel del tiempo. No he vivido la España de hace 50 años, pero supongo que es algo parecido a Marruecos...

Todo esto lo tuve en cuenta para buscar el regalo perfecto para el cumple de Marga... siempre nos ha gustado viajar, conocer culturas diferenteas, así que mejor que un fin de semana de playa... nos fuimos a Marruecos. Sólo con la cara que puso cuando se lo conté la noche antes de irnos mereció la pena... se puso nerviosa... ¡rápido hagamos la maleta!

Al día siguiente, el viernes a mediodía, cogimos el coche hasta Tarifa y de ahí, en 40 min en el ferry rápido, a Tanger... Lo primero que aprendes es que el ferry no tienen horario, salen cuando le parece, a la ida tuvimos suerte, pues aunque llegamos 2h antes de la salida prevista, estaba saliendo uno... Nos dijeron que si queriamos nos montáramos y a las 19:00 (18 h en Marruecos) ya estábamos en Tanger...

El hotel estaba junto al puerto (RIF) un 4 estrellas, equivalente a uno normalito... correcto y limpio. Para lo que habíamos oído de Marruecos, nos podíamos dar con un canto en los dientes... pero lo mejor la terraza y la piscina... preciosas e idelaes para un baño y copiata relajante.

Soltamos las cosas y salimos al paseo marítimo, atestado de gente (políticamente incorrecto... atestado de moros) con algo de miedo. En el fondo es lógico ese miedo a lo desconocido, pero conforme íbamos andando, íbamos ganando en seguridad. Había muchos grupos de personas sentadas a su aíre... nadie te decía nada...las tiendas todas abiertas, llenas. Nos sorprendió que no nos atosigarán, no te echan ni cuenta... Ellos (la indumenteria oficial) van dejando poco a poco las chilabas y se visten a la moda occidental, eso sí chanclas y camiseta de algún equipo de futbol... para ellas es más complicado, el 95% con sus chilabas y su pañuelo en la cabeza...y algo aún peor... y esto es una opinión personal, pero es lo peor de Marruecos, lo percibes al momento... una pequeña vergüenza que espero que desaparezca, sin la igualdad y la liberación de la mujer nunca llegarán a tener una clase media estable que les permita crecer económicamente, en fin no sigo por ahí.

Nos metemos por el casco histórico, la Medina y el Zoco. Es un auténcico laberinto, había momentos en los que no sabíamos dónde estábamos, cogíamos una dirección hasta que llegábamos a una calle principal y de ahí vuelta a empezar... Tanger no es una ciudad expectacular, pero tiene un encanto especial... su gente, sus calles, sus tiendas...Y descubrimos el té de menta, buenísimo. Tomar un té en una terracita de una calle de Tanger no tiene precio. Cenita en un restaurante del paseo marítimo (18€), copita en el hotel y a la cama.

Al día siguiente tras un muy buen desayuno en el Hotel, salimos buscando la oficina de turismo. Cuando llegamos un policía nos dice que cierra sabados y domingo: Horario administrativo! dice sonriendo, practicando español... De funcionario se dice en castellano! le digo. Queremos ir a Asilah, le digo y amablemente nos indica donde está la parada de autobuses...


La parada, otro espectáculo...un hall caótico con una serie de personas dando voces en ciertos punto repitiendo un nombre (el nombre de un pueblo)... totalmente depistados vamos al andén y le decimos a uno de esos hombre.: Asilah??? nos coge del brazo y nos sube al autobús... pero ¿qué hacemos aquí, un autobús lleno de gente, un calor insoportable, para morirse, a dónde iremos a parar??



El autobús arranca sobre la marcha pero al momento para y unos turistas españoles se suben.. habíamos acertado... eso nos tranquiliza... En 40 min estábamos en Asilah, el sistema igual que un tren en España. Un chofer y un revisor que se levanta y nos va cobrando (15 Dirhams: unos 1.3 € cada uno). La excursión que nos ofrecían en el Hotel eran 14 euros.

Asilah precioso, un casco amurallado que da al mar, con unas callecitas estrechas, para perderse, una maravilla. Comimos en el paseo marítimo pescado y marisco, y al fin cervezas!!!!! (En marruecos está prohibido el alcohol). Todo buenisimo y frequísimo. 36€ los 2, nos pareció caro por ser Marruecos... pero en comparación es mucho más barato que España. Vuelta a Tanger por el mismo sistema. Esta vez nos cobraron 10 Dirhams (1 € por persona), mejor no preguntar y al hotel... Baño y copita relajante en la piscina y salimos a cenar...

Antes damos un paseo para ver una catedral católica... muy grande y muy vacía al lado de una aún más grande, pero mezquita... desde allí se divisaba todo Tanger y todo el estrecho... El paseo marítimo era un caos, era como andar por una calle de la feria de Sevilla. Miles de personas paseando y la playa iluminada a rebentar de gente... Ni Punta Umbría un domingo de agosto. Había un concierto de música popular... Si que tienen que ser famosos ésto!!!!!

Despertamos nuestro último día... Volvemos a la Medina, esta vez vaciía de gente..aún es temprano. Las calles ahora parecen más anchas. Subimos hasta la fortaleza casi derruida pero con vista muy bonitas... lo mejor, los pequeños rincones en el laberinto de calles. Visitamos las tumbas fenicias y allí decidimos coger un Taxi que nos lleve por la costa hasta unos 20Kms para ver la cuevas de Hércules (50Dirhams...4.5 €). El paseo precioso. El taxista hizo de guía, nos enseñó el palacio del Rey de Marruecos, las embajadas, el Cabo Espartel y finalmente nos dejó en las cuevas... Más bonito el paseo que las cuevas en sí....

En Tanger de vuelta, comemos en el paseo marítimo... todo lo que nos quiso poner el camarero... hasta arriba por 10€ los 2... Cogimos la maleta y al ferry que se supone que salia a las 16:00. Al final salió a las 18:30 h. Lo que dije, un sinsentido.

Nos ha gustado y sorprendido mucho Marruecos. A los que le gusta viajar y algo la aventura (como a nosotros) esto es una gozada.... conocer nuevas culturas, con respeto, sin miedo pero con sentido común....ahora sabemos que tenemos un mundo diferente cerca de casa, un pequeño paraíso turístico al que estoy seguro que volveremos.