1 de noviembre de 2017

Viaje a Ronda y el pueblo pitufo


Ni sé las veces que habíamos programado ir al Pueblo Pitufo, un año intentando ir, pero cuando no era la lluvia, era la operación de Cristina o mi viaje a Marruecos. Así que este otoño era objetivo prioritario y en la primera ocasión, allí que fuimos. Si hacía calor, quizás mas de lo normal, pero es que si nos arriesgábamos a esperar a Noviembre, seguro que algo pasaba.


El viernes 6 de Octubre salimos camino de Cartajimar, pueblo de la serranía de Ronda en pleno valle del Genal. El valle una maravilla, no sé la de veces que he venido y cada vez me sorprende más. Una Sierra preciosa, con una vegetación espesísima, atravesada de carreteras sinuosas y pueblos a cual más espectacular.


Cartájimar es un pueblo muy pequeñito, pero con mucho encanto, el pie de “Los Riscos” una formación de montañas muy curiosas que bueno, algún día tendremos que visitarla. El pueblo de calles estrechas, cuestas, fantástico para pasear. Tomamos café en el bar donde estaban los jubilados jugando a las cartas y fuimos a la única tienda del pueblo, era para verla. La casa donde nos quedamos magnífica, con todas las comodidades y un balcón con vistas a Los Riscos, donde podías ver una preciosa puesta de sol.


El Sábado tocaba ruta, y en otro sitio que hay que enmarcarlo, la Sierra de las Nieves. Para llegar al corazón de la sierra tienes que coger un carril de más de 10Kms, se me olvidaba, era el viaje de estreno de nuestro nuevo coche, un todocamino que se comportó como un campeón por estos lares. Que diferencia cuando cogimos este carril hace unos años con el otro coche. bueno, que llegas al merendero y de ahí tienes cientos de alternativas, nosotros intentaríamos la más clásica de todas, subir al Torrecilla, el pico más alto de Málaga con 1919m.

Nada más entrar en el carril nos dimos cuenta que por allí transcurría una carrera, por cierto hago un paréntesis con las carreras. Aparte de los famosos 101, en Ronda hace muchísima a cual más apetecible. EL UTVG es una de ellas, que ya tiene fama internacional, recorrer todo los pueblos del valle debe ser una pasada, y por la sierra de las Nieves hay varias, hasta un organizador nos contó que quieren meter los 101 por aquí, pero claro a ver si el parque da permiso para meter a más de cinco mil personas recorriendo esto en un día.


Bueno, que vuelvo al merendero, allí el Seprona nos echó. Está prohibido los coches por el parque con la calor que hace, pero los de la organización habían dejado las puertas abiertas, así que decisión rápida, dejo a Marga y las niñas y saco el coche a más de 2KM, donde podía dejarlo. Y carrerita al merendero. Llegué empapado, ofu que calor. Tras ver a los primero ciclistas, empezamos el sendero de subido por un pinsanpar. Precioso, casi 4 Kms con 400m de desnivel. Marga decidió con Martina a cuestas tirar para adelante y yo contando cientos de historia a Cristina para que no se aburriese y no se acordase del cansancio.


Como una campeona hasta arriba, hasta las antenas. Más de hora y media por un sendero en zig-zag. A partir de aquí ya no había tanto desnivel, pero nos quedaba más de la mitad del recorrido, ya no había sombra, era ya la una y la calor era intensa, además tenía claro desde el principio que esto era un imposible. Llegar hasta aquí me parecía increíble, así que buscamos una sombrita para comer y para que Cristina no se sintiese mal subimos una pequeña montañita y allí plantó su bandera. Estaba deseando, llevaba días diciéndolo y luego se llevo días contándoselo a todo el mundo, y como no sabemos si la montaña tenía nombre la bautizó como montaña Cristina. Aunque luego bajando se acordó que ya había yo bautizado una montaña así hace años y me dijo, papa puedo cambiarle el nombre, claro, pues se llamará Montaña Martina.

https://youtu.be/qev3reslEi4


https://youtu.be/UQ8bNbESbUs



La bajada por el carril de subida a las antenas, muy larga, ya pensaba que se me plantaba, pero nada, llegamos de nuevo al merendero y de ahí un alma caritativa nos llevó al coche. Vaya ruta de casi 8Kms que se había hecho la niña, a ver si sigue así, porque entonces podremos hacer muchas cosas junto.


Por la tarde tocaba visitar el famoso pueblo pitufo, Juzcar. La verdad que es muy curioso ver el valle salpicado por esos preciosos pueblos blancos y que de repente te encuentres uno completamente azul. Tanta fama le ha dado al pueblo que con apenas 500 habitantes tiene más de 50 mil visitas al año. Las niñas disfrutaron muchísimo haciéndose fotos con los restos que quedan de pitufos, porque por desgracia el propietario de los derechos de los Pitufos ha pedido un pastón al pueblo y han decidido ocultar cualquier referencia a los mismos, pero quedan muchas cosas, algún dibujo en una casa, casitas tipo setas y un Papa pitufo gigante con el que todos los niños se hacen las fotos.



En fin que todo muy bien, para Cris un sueño y para Martina una pesadilla, porque cada vez que pedía el chupe le decíamos que se lo había llevado un pitufo, y hoy, un mes después seguimos diciéndoselo, y ella con su media lengua responde, Tufo no, chupe de Nanina. Curioso que cuando tomaba café en un bar recordé la imagen y si aquí habíamos estado hace unos 6 o 7 años, después de hacer una vía ferrata, cuando el pueblo era blanco y no azul, que cosas.


Al día siguiente tocaba Ronda. No recuerdo yo Ronda, no sé cómo decirlo, tan turística, cosmopolita. Un domingo estaba abarrota de turistas de todas las nacionalidades, con todos los bares y tiendas abiertos, y a mi me parecía estar más en una calle de Londres que en un pueblo andaluz. Bares modernos, tiendas muy curiosas, todo muy cuidado. Del pueblo en si, pues el famoso tajo, con su puente, precioso, el entorno el barranco el camino por debajo, por arriba, los balcones, el parador, todo. Es una de las postales más bonitas que se pueden ver.


Yo he tenido la suerte de verlo muchas veces y desde todos lados, hasta subiendo el tajo por una ferrata que hay. Al lado, la famosa alameda en la que acaba los 101, que recuerdos, dos veces he llegado aquí a la meta, y este año no pudo ser la tercera, primera a pie, por culpa del trabajo. Y la plaza de toros, esto es lo peor del turismo, creo que 9€ por cabeza entrar, mejor eso lo dejamos para los Japoneses. En fin que quedan muchas cosas más que no vimos, como las murallas, el barrio de la zona Este del Tajo, etc etc. Me volvió a sorprender muy gratamente, volveremos y seguro que más de una vez.

Y ya está, de 10 esta nueva aventura de la familia, viaje muy completito, de aventura, de naturaleza, de cultura, de monumentos, con nuestro nuevo coche que se ha portado fantásticamente. Es una zona que está a 2h de casa y que habrá que planear alguna que otra fuga más, como decía Cristina, Papa tendremos que volver pronto a ver si sigue arriba mi bandera.