7 de septiembre de 2013

VIAJE AL PIRINEO NAVARRO 2013. Segunda parte

Día 6. Viernes 9 de Agosto. San Sebastian 

San Sebastian es una de esas ciudades con un encanto especial, no es que no sea bonita, la cuidad es preciosa, pero es que San Sebastian es algo más que su apariencia “física”, y eso la ha convertido en un destino turístico preferente. Nada más llegar te das cuenta, una ciudad señorial al borde del mar le da un encanto especial, pero no es sólo eso. Es el contraste entre el casco antiguo que representa el corazón del nacionalismo Vasco y la zona de casas señoriales que aparenta lo contrario. Es el ambiente, es que se respira cultura por todas las esquinas y gastronomía, sobre todo gastronomía. San Sebastián es la ciudad gastronómica por excelencia, miles de personas van al año sólo por comer allí, desde sus humildes pero suculentos pinchos, hasta los restaurantes más famoso del mundo. 16 estrellas michelín tiene la ciudad, Arzak, Subijana, Berasategui, en la oficina de turismo la gente no pide un mapa, pide una guía gastronómica.
 

Pero vamos a centrarnos, San Sebastian son 2 calas (o playas) espectaculares separadas por el casco histórico, al este la playa de Gros (Zurriola) presidida por el famoso Kursaal. Es quizás la menos conocida y por lo tanto la más tranquila. En ella destaca sobre todo el famoso auditorio de arquitectura moderna, Kursaal, esta bien, pero cuando lo vi, esperaba que me poseyera Stendhal un poquito más.

Y al Oeste la famosa playa de la concha, en un dia tan bueno como hacía estaba a reventar de gente, un ambientazo increíble. Paseando por ella te das cuenta de lo bonita que es la ciudad, el Urgull a la derecha y el monte Igueldo a la izquierda y esta playa encajonada entre ambos, una imagen preciosa. De ahí el casco histórico está a un paso, no me voy a extender mucho más de lo dicho,  pequeñito, de calles estrechas, recordándonos a cada paso que significa el moviendo vasco, por momentos sería hasta tenebroso si no fuese porque está atestado de turistas y a cada paso hay un bar, y que bares, es para volver a reincidir en lo mismo, un verdadero museo gastronómico.
 
A un paso del casco antiguo está la catedral, que sorprendentemente está en la zona más moderna, una zona de edificios del SXIX en plan señorial, casi como si estuvieses paseando por la Gran vía o por París. La catedral es bonita, me recuerda a las Alemanas, como curiosidad y poco para respetar a su hermana más anciana, la Iglesia de Santa María en el Casco Antiguo, desde la puerta principal puedes ver la puerta principal de Santa María, una calle recta que atraviesa todo el casco antiguo y la zona moderna y enfrenta una iglesia con la otra.
 
Ya sólo nos quedaba la última visita, ver las vistas de la ciudad desde el monte Igueldo que son impresionantes, para ello recorrimos toda la playa de la concha, que desde el palacio de Miramar pasa a llamarse Ondarreta y llegamos al peine de los vientos. La playa de Ondarreta nos llamó mucho la atención, parece una playa de hace 100 años, con sus casas señoriales en primera línea y sus casetillas en la playa a rayas azules y blancas donde supongo que los bañistas se cambian o guardan cosas, y al final de esta el peine de los Vientos la famosa estatua de chillida que le da un punto más de encanto a la zona.


Día 7. Sábado 10 de Agosto. Los Pirineos.

Hoy era el gran día, teníamos prevista la actividad principal del viaje, la etapa reina. Lo habíamos planificado cuidadosamente y pospuesto varias veces hasta que el tiempo nos diera garantías para conseguirlo. Hoy íbamos a subir al Orhi el segundo dos mil de la peque, pero está claro que no se puede luchar contra la naturaleza y aunque el día amaneció espléndido conforme subíamos el puerto con el coche la niebla se iba haciendo mas y mas densa, y como el otro día, cuando estábamos en la frontera (punto de inicio) apenas se veía a unos metros. Pero eso no era lo peor, intenté salir del coche para leer el cartel del inicio y casi no puedo andar, un viento huracanado casi no me dejaba estar en pie, además escuchaba a Marga que no paraba de pitarme dentro del coche, cuando volví lo entendí. El viento movía el coche y daba miedo estar allí, así que la mejor opción salir corriendo de allí bajando lo más rápido posible por la carretera dirección Francia.
 
Fue una buena decepción, pero no nos quedó otra, además como no hay mal que por bien no venga, eso nos permitió poder hacer 2 rutas espectaculares por 2 gargantas en la zona francesa, estaban en el plan del día, pero no sabíamos que eran tan dura y si llegamos a subir al Orhi quizás no hubiésemos hecho ninguna.

La primera es la garganta de Holtzarte, casi 3Kms por un camino precioso, al principio encajonado junto a un río, pero conforme avanzas empieza a inclinarse mas y mas, por un terreno muy complicado y resbaladizo, tanto que han puesto una cuerda para ir agarrándose. Imaginarse eso llevando a una niña de 1 año en un cangurito. Subir fue complicado, pero más lo fue bajar, la técnica era ponerme de espalda, agarrarme a la cuerda y prácticamente rapelar. Pero merecía la pena, arriba en lo alto, en medio de la nada, el puente de Holtzarte, un puente colgante espectacular de más de 200m de alto, que atraviesa de un lado a otro de la garganta. Te pones a pensar quien se le ha ocurrido hacer esto aquí y como demonios lo han hecho. Como curiosidad decir que estamos haciendo parte de un GR, vaya manera de dar continuidad al GR, no sé exactamente cual es pero me gustaría hacerlo alguna vez sólo por volver a este tramo. La mejor manera de describir el puente es con el vídeo que hicimos.


La segunda es la garganta de Kakueta, que por cierto te cobran por entrar. Son otros 2 Kms, y a pesar de las múltiples pasarelas que le han hecho para poder ir por medio de la garganta, no la vi tan espectacular como la otra. Quizás porque no tuviese el puente o quizás porque ya iba muy cansado, casi 10Kms con Cris en lo alto me dejaron listo, además como se iba quedando dormida la vuelta la hice casi corriendo. La garganta acaba en una cueva, que es lo que te anuncian todo el tiempo, pero si os digo la verdad, es mucho más espectacular la catarata que hay en la entrada que la cueva en si. Lo curioso es que al principio puedes coger unos cascos, y nosotros por no preguntar cargamos con 3 cascos como tontos toda la ruta, para al final nada, me pensaría yo que íbamos a hacer espeleología.
 
Totalmente agotado decidimos volver, esta vez cruzando a España por la mesa de los 3 reyes, sin duda esta es la zona más espectacular del pirineo navarro, la más alta, pero nada, una vez más la niebla no nos dejo disfrutar del paisaje, aquí ya dejamos el verde casi radiactivo por la piedra gris, estamos hablando ya de montañas de 2500mtrs con nieve en pleno mes de agosto. Esta zona si la tenemos subrayada para volver cuando Cris sea una montañera de primera.


Día 8. Domingo 11 de Agosto. El Urkulu y el Berrendi

Pretendíamos tomarnos con tranquilidad el último día, así que decidimos explorar una carretera que salía de la fabrica de armas de Orbaiceta dirección Francia, algo cerquita del pueblo. La carretera se metía en plena Selva de Irati, muy estrecha y por momentos encementada pero con buen asfalto lo que hizo en menos de 30 min nos plantásemos en la frontera. La zona es espectacular, ya hemos dejado abajo la selva y ahora estamos en un prado verde intenso de esos que duele la vista. Está todo repleto de monumentos megalíticos, y hay varias rutas para poder visitarlos.

Pero lo que más le gustó a Cris fue los animalitos. Según nos contaron, en verano suben el ganado a esta zona y lo dejan suelto, eso hacía que por todos lados hubiese rebaños de vacas pastando junto a la carretera. Cris se emocionaba cada vez que veía a una vaca y empezaba a griar, guagua guagua..

Lo curioso es que de ahí a la base el Urkulu apenas había 15min de coche, joder hace unos días estuvimos prácticamente aquí, y dimos una vuelta enorme bajando por Francia con una niebla que no se veía a 5metros, y resulta que teníamos una carretera que nos llevaba directa al pueblo. ¿pero quien hace los mapas de carretera?. En fin que hoy que el día era espléndido podemos intentar subir al Urkulu.


La verdad que pensaba que nos iba a costar más, pero en menos de 1h haces cumbre, es un sendero algo inclinado pero fácil, y Cris se portó como una campeona, ella encantada mientras estuviese pasando cerca de las vacas. La cumbre tal y como me esperaba, una de las más altas del Pirineo Navarro occidental, con unas vistas increíbles, kms y kms hacía los valles franceses y españoles y en dirección este, el Ohri a tiro de piedra. Me dio algo de coraje porque hoy seguro que hubiésemos hecho cumbre allí, muy buen día y parecía asequible visto desde aquí, en fin, que inatentaremos volver algún día. Pero aún hay mas, justo en la cumbre hay una torre semiderruida, de origen romano, ver restos romanos en una montaña de estas dimensiones no creo que sea muy normal. Una nueva gran cumbre para Cris y para mis estrellitas.


Ya que estábamos decidimos acercarnos a ver la cueva de Arpea, así que otra pequeña rutita con la peque. La cueva está chula, pero lo mejor es la zona, la cantidad de montañas y rutas que hay por la zona, desde luego si viviese aquí me llevaría todo el día subiendo estos montes. Y poco más e vuelta al pueblo arreglar cuentas con nuestra casera y a descansar toda la tarde que hay que hacer las maletas.

¿descansar? ¿Quién dijo descansar?. Nuestra última ocurrencia, ya que estamos ¿por que no subimos un poco por el carril que lleva al Berrendi? Llevamos viendo esa pared ahí toda la semana y algo tendremos que hacer. Para arriba otra vez, con el coche hasta donde el camino nos dejó y luego a patas, a patas y sin parar hasta hacer cumbre. Primero por la pista, después por un hayedo que no sé ni como no nos perdimos, y por último pegado al cortado ganando altura y con el pueblo cada vez más abajo.



Varias veces dijimos, un poco más y nos volvemos, pero por cabezones llegamos hasta la cumbre, hasta el vértice geodésico, con un barranco a nuestros pies de cientos de metros y con la luz justa para bajar a toda velocidad para evitar que se nos hiciese de noche.



Y poco más, al día siguiente vuelta un poco pesada pero a eso de las 19:00 estábamos en casita. Sería difícil resumir todo este tocho de 8 días de viaje en un párrafo. Pero en pocas palabras nos ha sorprendido muy gratamente Navarra, tanto su parte monumental como sus montañas, es de esas regiones que quedan en segundo plano para el turismo al no tener las montañas más altas ni los monumentos más famosos, pero tiene una mezcla de ambos que la hace especial y desde luego en nosotros tendrá un aliado quien la quiera promocional. Además ha sido el segundo contacto de cristina con la alta montaña, y ha salido tan bien como el año pasado en Peñalara. Mi pequeña montañera va creciendo poco a poco, solo espero que todo esto para ella sean siempre buenos recuerdos de una afición sana que sus padres le intenta inculcar poco a poco y que cuando sea mayor diga, yo empecé subiendo pequeñas montañas en la espalda de mis padres.