12 de enero de 2010

Un regalo de reyes genial

Sólo ver la cara de Marga cuando abrió el regalo hizo que todo mereciese la pena. Más de un més llevaba engañándola diciéndole que íbamos a pasar el fin de semana en Almería, así que cuando descubrió que le había regalado un viaje a esquiar a los Pirineos casi le da algo y es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con unos reyes.

Pero todo estuvo a punto de estropearse el jueves previo. Un gran temporal hizo peligrar el viaje. Todas las carreteras estaban cortadas y la temperatura llegaba hasta casi -20º en algunas zonas, menos mal que el viernes por la mañana dejó de nevar y los quitanieves hicieron el resto. Nos encontraríamos mucho frío pero nada de nevadas y eso hacía que las carreteras estuviesen limpias.



Llegamos al Aeropuerto de Girona el viernes por la noche y tras pernoctar a mitad de camino de las pistas de esqui (La Molina), el sábado a las 9:00 h estábamos preparados a pie de pista. Estábamos alucinados con la temperatura, en Ripoll a pie de puerto habíamos parado a tomar un cafe y el termómetro marcaba 0º, pero conforme subíamos iban cayendo los grados, cuando llegamos a -8º paré a hacer una foto, sin saber que arriba, en la pista el coche marcaría -11º, nunca había pasado tanto frío y lo que quedaba por venir!!

La estación de La Molina increíble, muy organizada. En 10 minutos teniamos el forfait, el equipo y estabamos en el telesilla. Muy poca gente, disfrutamos como locos, por unas pistas que transcurrían entre bosques, 60Kms de pistas, además tiene una conexión con la estación de Masella, así que si pagas un poco más tienes 120Kms de pistas. Lo mejor, un tubo que trascurría entre dos montañas y una pista roja con una pala de esas de echarle OO. La primera vez que me tiré me caí dos veces, pero en cuanto le cojí el tranquillo me la tiraba una y otra vez a toda velocidad, esquivando a los esquiadores que iban cayendo por todos lados. La verdad es que nos encanta esto del esquí y hacerlo en una nueva pista, tan distinta, tan bonita y con tan poca gente os podeis imaginar!!
http://www.youtube.com/watch?v=tqQ-5s-fmRk

Un punto malo, el frío, dos veces subimos a la parte alta de la estación, allí estábamos a casi -20º, a lo que hay que sumar un viento gélido que te pegaba y te dolía. Cuando me quitaba los guantes los dedos se me helaban, era imposible aguantar parado, así que decidimos no esquiar en esa zona, de echo cuando fuímos a la parte baja tuvimos que parar un rato a tomar un café calentito porque nos habíamos quedado pajarito. Cómo anécdota, una botellita de agua que llevaba en una mochila en la espalda se congeló y las barritas de chocolate no nos la pudimos comer porque estaban duras como un tranco, vamos que en la parte alta vimos a 2 pingüinos con abrigo y bufanda... Una experiencia para cuando hagamos un desafío extremo.

El domingo pasamos el día en Girona, una ciudad que nos sorprendió. Preciosa, un casco histórico llenos de callejones con edificios medievales de piedra muy bien conservados, una catedral en la parte alta muy bonita y unas murallas desde las que hay unas vistas increíbles de la ciudad y los alrededores. Además llena de bares y restaurantes, con muy buen ambiente a pesar del frío.

El resumen está en lo que me dijo Marga en el avión de vuelta, muchas gracias, has hecho realidad un sueño, sólo por esas palabras mereció la pena.