Ayer fue un día especial para mi familia: nacía el pequeño Ángel López Guerrero.
Es el segundo hijo de mi hermano mayor, y aunque ya tiene un hermanito mayor, a todos nos ha hecho mucha ilusión su llegada, especialmente a mi, pues seré su madrina.
Así me lo dijo mi hermano estas Navidades pasada y desde entonces estoy muy contenta. No es que vaya a hacer distinciones entre mi otro sobrino, Tomás, y Ángel, pero sí es especial el saber que quizás yo para él sí sea una tita especial... o al menos eso pretenderé.
Ahora, y mientras que Ángel sea un bebé, toca volcarse con Tomás, que al margen de la ilusión o novedad por la llegada de su hermanito, no está demasiado conforme con lo que está pasando. Tiene dos años y medio y no entiende muy bien por qué su mamá y su papá se quedan en el hospital con el hermanito y no se van con él a casa. Pues eso, habrá que volcarse con él para que lo vaya acentando y lo vea como un compañero de juego, y no como su rival.
Aquí os dejo unas fotitos de cuando a penas tenía unas horas de vida.
Aquí está Ángel López Guerrero, mi ahijado.
10 de marzo de 2008
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