17 de agosto de 2011

Nuestros primeros cuatromiles Alpinos 1º parte: El Grand Paradiso 4061mtrs






Un Pasito más. Subir un 4000 en los Alpes ya supone mucho más de lo que pensaba que llegaría cuando empecé en esto del senderitos y sin darme cuenta cambié al montañismo. Y es que ya no es solo la preparación física que necesita, que a decir verdad la tenemos un poco abandonada, si no la técnica y la mental. Aquí ya debes saber encordarte, autorescatarte, andar en glaciar, etc etc. Mucho nos queda que aprender en esto y es que somos alpinistas de salón (nunca mejor dicho) o de youtube, todo el verano en el salón viendo videos de youtube y simulando encordamientos y rescates colgados de la chimenea, pero bueno por algo se empieza, siempre con los pies en el suelo, sabiendo que somos unos auténticos novatos, pero unos novatos que ya son capaces por si solo de hacer todas esas cosas, y aunque hemos cometido errores en el terreno, hemos aprendido de ellos.

Y la preparación mental? Bueno eso hay que trabajarla más, evolucionar en montaña es exponerte a una serie de peligros que por mucho que los controles o minimices están ahí. Debes estar mentalmente preparado para cuando los veas los asumas, si tu pensamiento al saltar una grieta es que puede que te vayas a matar, seguramente no la saltes y seguramente no puedas seguir adelante.

En fin, que tras un par de meses de entreno y compra de todo el material necesario, agradecemos la colaboración de Jesús de Al Andalus que nos asesoró, el 2 de Agosto pusimos rumbo a los Alpes Italianos, un año más al Valle de Aosta. Nuestra primera parada la ciudad de Aosta para comprar provisiones y un plato, si un plato, y es que Marga lo vio el año pasado y se ha llevado todo el año diciéndome que tenía que haber comprado ese plato para Pizzas, pues ya tienes el palto a ver que este año que se te ocurre.

Tras comer hicimos una pequeña visita a la estación de ski de Pila, en el lado sur del valle. Aquí a 2000mtrs ya se respira el ambiente de montaña, rutas de trekking de mtb, etc etc, sacamos la libreta para ir apuntando sitios. De Pila nos bajamos al Valle para ir al lado norte en busca de nuestro hotel, a San Nicolás. No me podía creer donde estaba el hotel, 14Kms de carretera de montaña, hasta alcanzar otras vez los 2000mtrs, en una pequeña aldea de San Nicolás, de los sitios más recónditos de este valle, pero precioso.

Además nos atendieron muy bien, en la cena el hombre se llevó media hora describiéndonos el menú degustación, le puso tanto énfasis que no tuve más remedio que pedirlo, buenísimo, pero no fuimos capaces de comernos el plato principal. El hombre vino preocupadísimo, que nos hacía otra cosa, y es que ya no podíamos más.

Al día siguiente vuelta a cruzar al otro lado del valle hasta otra vez los 2000mtrs. Un gran parking (gratuito, lo de gratis se acabaría en cuanto pisásemos Suiza) en Pont, una Aldeita de Valsavarenche. Allí empezaba nuestro trekking hacia el primer gigante el Grand Paradiso. El primer día subimos unos 5kms hasta los 2700mtrs que estaba el refugio Vittorio Emanuele II, un camino muy bonito en continuo zig-zag, primero por un bosque que iba desapareciendo conforme se subía, el tiempo estaba nublado, pero lo peor era una tormenta que veíamos como se iba acercando poco a poco, el último Km lo hicimos corriendo y justo al entrar en el refugio, plofff cayó el tormentón, salvados por la campana literalmente, la gente detrás nuestra llegaba empapada.

http://www.youtube.com/watch?v=YFHE4NEuu8M

http://www.youtube.com/watch?v=BYO1LfIMWDk&feature=related



Tras comer nuestro bocata, pasamos la tarde en el refugio, está bastante bien y bastante agradable, además el tiempo había mejorado, aunque era nuestra gran preocupación para el día siguiente.

Ringggggg, despertador, día de cumbre, 3:15 de la mañana, que duro es este deporte, había que madrugar para pasar el glaciar por la mañana, antes que hielo estuviese reblandecido, que es más difícil andar y hay más peligro de grietas. A las 4:30 la mayoría de las expediciones, ponían rumbo a la cumbre, a oscuras, parecíamos una serpiente luminosa, sólo con la luz de las estrellas, el día era espléndido (más bien la noche), y el cielo no menos, no recordaba un cielo así desde hace 2 años en Marruecos, se veía perfectamente la veía láctea.

http://www.youtube.com/watch?v=5VrBscH3brg&feature=related







A las 6 con las primeras luces llegamos al glaciar, momento de practicar todo lo ensayado, encordamiento casi de memoria, pero muy lento, bueno es la primera vez. Casi a las 6:30 nos ponemos rumbo a la cumbre, durante 3 horas estaríamos andando por el glaciar, no es muy complicado, algunas palas duras y una grieta que hay que saltar al final, pero poco más. Poco después de las 9 estábamos en la rocas de la cumbre.

Y aquí viene lo peor, la famosa romería del Grand Paradiso, las rocas atestadas de gente para hacer un pequeño paso de 5m, que lleva a una virgen, yo no digo que no deba de haber gente, todos tenemos derecho a disfrutar de las montañas, pero en este punto en concreto se ve lo peor del ambiente montañero, competitividad y negocio mal entendido, los guías hacen lo que sea para que sus cliente pasen a la virgen lo más rápido posible. Con una caída de casi 1000m por detrás que alguien pase a tu lado prácticamente empujando no es muy agradable, así que como esta no es nuestra guerra, nos pusimos en un punto seguro y nos dedicamos a disfrutar del paisaje, a disfrutar de lo que habíamos conseguido, un 4000 alpino y a recoger un poquito de nieve de la cumbre, con la que si dios quiere bautizaremos a mi ahijado en unos meses, a ver si se hace montañero.

http://www.youtube.com/watch?v=zWa69tr9zz4&feature=related











La bajada sin problema, pero muy cansados, llegué agotado al final del glaciar, y con muchísima calor, una vez más tardamos muchísimo en desencordarnos, pero bueno a eso de las 13:00 estábamos en el refugio, brindando con nuestra cervecitas del primer éxito del viaje.

Al día siguiente volvimos a parking y cruzamos a suiza por el paso del Gran San Bernardo, nos gustó mucho recordar como subimos este gran puerto el año pasado en bici. Suiza es radicalmente distinto a Italia, los pueblos pasan a ser de madera, y todo se ve perfecto, un paisaje idílico en lo que parece que nada se sale de su sitio. Pero esconde una realidad no tan bonita, los Suizos son unos cabezas cuadradas, y hay que seguir su orden estricto y para colmo todo absolutamente todo vale dinero, mucho dinero. Atraviesas la frontera y los cafés pasan de costar de 1 a 5€ las comidas ni hablamos, se acabó aparcar donde quieras y mucho menos gratis. Pero bueno, debemos quedarnos que es un país muy bonito, al menos para un turista.

Nuestro destino este día era Interlaken, haciendo una breve parada en el pueblo de Les Diableretes, fuimos porque nos llamó la atención el nombre y acertamos, de lo más bonito que vimos, un pueblo tranquilo en un valle entre montañas de más de 3000m, con posibilidad de todas las actividades deportivas imaginable, y para colmo al día siguiente empezaba un festival de cine de montaña, con lo que nos gusta a nosotros, una pena no coincidir, nos encantó y seguro que volvemos.

Interlaken es otra historia, es una ciudad grande, con mucho turismo sobre todo japonés, que curioso, y turismo de lujo, lo que implica que es muy cara, nos pusimos a buscar en las muchísimas joyerías el reloj más caro, 36000€, pero quien viene de viaje y se gasta eso?? Pura calderilla para lo que veríamos en Lugano días después (no me adelanto). Lo más bonito de la ciudad son sus canales, al estar entre dos lagos tiene canalizado el paso de agua entre un lago y otro, pero nada del otro mundo, lo espectacular son las montañas de alrededor que veríamos al día siguiente.

Lo peor el hotel, creo que el único edificio con forma de motel de carretera cutre que desentonaba con las casas de maderas, que no es más problema si no hubiese sido porque para el primer día no había habitación y nos dieron las del empleado de recepción, que tampoco hubiese sido más problema si el empleado hubiese recogido sus ropa y pertenencias, pero estar en una habitación que parece de otro no es agradable, por mucho que la hayan limpiado, y para colmo te cobran por pagar con tarjeta de crédito, un desastre, lo que yo echaba de menos mi refugio en la montaña.




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