Un nuevo descubrimiento: las Vías Ferratas

Nos hemos enamorado de las montañas, queremos conquistar sus cimas, y está claro que llegar a algunas de ellas no es un simple paseo. Requieren de mucha capacidad física, psiquica y técnica. Para mejorar las dos últimas, te tienes que ver en situaciones complicadas, con el material adecuado, así que cuando vimos el curso de Vias Ferratas que proponía la empresa Al-Andalus Activa, pensamos que sería un excelente complemento para aprender a manejar material y perderle el miedo a situaciones de altura.

La Vía Ferrata es como la hermana pequeña de la escala en roca. El fin último es corronar la cima, pero para ello te sirves de anclajes artificiales, siempre con línea de vida a que nunca, bajo ningún concepto puedes soltarte.

Así, el pasado sábado 26 de febrero, hicimos, por primera vez en nuestra vida, dos Vías Ferratas: la del Tajo de Ronda, que es sencilla pero muy buena para empezar y ganar confianda, además el escenario es inmejorable; y la segunda, la Via Ferrata de Benalauria, en el Peñón de los Aviones, una vía situada en un macizo de roca, situado en el Valle del Genal, que se adentra por las propias entrañas de la roca, descubriendo un increible cañón en su interior, cuya escalada te lleva a lo más alto del Peñón, y que es atravesado varias veces por puentes tibetanos.

Aunque al principio estábamos un poco tensos y nervisios, fuimos ganando confianza y seguridad, disfrutando de la escalada y de las vistas. En todo esto tuvo que ver mucho Jesús, el monitor, que en todo momento estuvo muy pendiente de nosotros, transmitiéndonos confianza, y haciéndonos descubir una nuevas experiencias para nosotros.

La vida es un cúmulo de experiencias, y nosotros nos hemos propuesto atesorar cuantas más mejor.

PD: Ahora sólo nos queda probar el barranquismo.