31 de agosto de 2010

Viaje a Italia 2010. Parte III: La Toscana

Domingo 8 de Agosto. Hoy empieza nuestra tercera parte del viaje, la Toscana, y para celebrarlo hemos vuelto a madrugar, aunque nos ha servido de poco porque había tal caos en el desayuno del hotel que estuvimos casi 1 hora intentando desayunar. Tras este pequeño lapsus, ponemos rumbo a Pisa vía Génova, primero por una autopista recta y aburrida y una vez pasado Génova por otra con tal cantidad de túneles (Kms y Kms y Kms y Kms…) que acabó resultándome igual de aburrida. Más de 3 horas hasta que pasado el mediodía llegamos a Pisa.

Pisa es igual torre, y de verdad que no decepciona, ya lo has podido ver 1000 veces o has podido llamar cateto a todos los que se hacen la famosa foto sujetándola, pero cuando la ves es una sensación casi indescriptible, es decir, joder que estoy junto a la torre, la inclinada, la que tiró las bolas Galileo y es inevitable hacerse la foto. Y no solo es la torre, es todo el entorno, la catedral, el baptisterio, el cementerio, rodeado de un césped supercuidado que hace que resalte aún más. Además la foto sale bien si te saltas al césped, cosa que está prohibida, así que allá vamos nosotros. En menos de un minuto como la gente vio que nos saltamos invadió literalmente el césped, lo que provocó la intervención de la policía para desalojar, jeje pero la foto ya estaba en el bote.

Tras comprar las entradas, cada monumento vale unos 2€ menos subir a la torre que vale 15€ y encima te dan hora, es decir que un domingo de Agosto como hoy te pueden dar la entrada para subir a las 9 de la noche (quizás subamos en otra ocasión), pasamos las siguientes casi 2 horas disfrutando, porque si son bonitos por fuera, por dentro no se quedan atrás. La catedral por dentro es de las más bonitas que he visto y en el Baptisterios un guarda de seguridad se empeñó en demostrarnos la sonoridad con una pequeña interpretación, supongo que es parte del show turístico. Es como ver una catedral en 4 partes y aunque he escuchado decir a mucha gente que Pisa no merece la pena, que solo tiene esto, para mi esto ya es suficiente, cualquier día escucharé que no merece la pena ir al Cairo solo por ver las pirámides (siempre pongo el mismo ejemplo, pero es el que mejor lo describe todo).

Comida rápida y ponemos rumbo a Luca. Quizás Luca sea la ciudad más floja de las que vimos en la Toscana, pero dimos un muy agradable paseo, viendo sus muralla, su catedral y algún que otro monumento cuyo nombre no logro a recordar, supongo que no me llamaría la atención, y acabamos en la plaza central, un antiguo anfiteatro romano del que solo se conserva su forma ovalada tomando Spritzs. Una tarde muy agradable y tranquila que acabó con una cena en un restaurante casi de lujo.

Al día siguiente pusimos rumbo a San Gimignano, y una vez más el GPS nos haría una de sus travesura. A pesar de estar claro cual era la carretera principal y de indicar nuestro destino con una señal, nos metió por una carretera donde apenas cabía un coche que subía y bajaba entre colinas, la Toscana en estado puro, un paisaje muy verde y porque no decirlo muy bonito, creo que cuando unos Kms más adelante el GPS nos devolvió al camino principal pensé que esto había sido un regalo. Como regalo fue el paisaje cuando estábamos llegando, entre vides y cipreses, con continuas bodegas a cual más bonita, donde te podías parar a probar o comprar el famoso Chianti, era para parar en todas, pero no era cuestión de llegar doblado al destino.

San Gimignano es un pueblecito medieval precioso, ya de lejos puedes verlo sobre una colina con sus 14 torres medievales. Y de cerca tampoco decepcionas, calles estrechas, casas de piedra, todo muy bien conservado, muy limpio y muy bonito, con su famosa colegiata en el centro que merece la pena sólo por ver la serie de frescos que decoran todas sus paredes. Vamos un pueblo encantador para perderse, encantador si no llega a a ser porque sus calles parecían la calle Sierpe en hora punto, ofú que de turistas, pero es lo que nos quedaba a partir de ahora. Y de aquí a Siena.

La verdad que la primera impresión de Siena no fue muy buena. Casi 1 hora para aparcar, si a esto sumas que en la desesperación me salté un prohibido y me pilló la poli, reprimenda pero no multa al menos eso espero, y que las calles parecían el centro de Sevilla en Semana Santa, pues eso, lo que mal empieza….Pero ahora mirándolo con perspectiva y siendo objetivo hay que reconocer que es una ciudad muy bonita, con un casco histórico muy bien conservado, y la catedral, para mi sin duda aún mas bonita que la de Pisa, que ya es difícil, con un baptisterio menos espectacular, pero en una especie de sótano de la catedral que le daba un ambiente místico, si alguna vez me bautizara conscientemente me gustaría bautizarme allí. Para colofón la famosísima plaza del campo, es una pasada, además estaban montado las gradas para el Palio, la carrera de caballos que se disputa todos los años, asó que aún más bonita, adornada con las banderas de colorines de cada barrio, todo un espectáculo sólo el poder verlo así. Quizás el de la guía se pasó un poco, que si la plaza más bonita de Italia, que si la catedral más espectacular, etc etc..pero he de reconocer que la ciudad merece una buena visita.

Y rumbo a Florencia, donde llegamos a la hora de la cena, y donde fue irresistible pedir un bistec a la Fiorentina, el Piccolo, 600gr de carne que como decía Marga cuando me lo pusieron, que cierren las puertas del restaurante que la vaca se escapa. Una peoná, se me caían los goterones de sudor, pero acabé con él. Mañana la gran Firenze nos espera.


Que conste que pienso que Florencia es una ciudad preciosa, que marea con la cantidad de obras de arte y digna del famoso síndrome de Stendhal, todo el que va te dice que si que bonita, que si preciosa, que tal…pero también tiene una parte negativa, y creo que hay que comentarla y es que es una ciudad (al menos en agosto) total y completamente saturada, hecha para y por el turismo y eso se nota, se nota en sus calles, en sus tiendas, en sus restaurante. Ves mucho arte con mayúscula, pero es difícil disfrutarlo, falta ese plus de tranquilidad, a pesar de todo merece mucho la pena venir a verla.

El centro de Florencia es suficientemente pequeño como para moverse a pie sin problemas. Nuestro periplo empezó en la iglesia a santa María Novella, desde donde fuimos echando un tranquilo paseo hacia el Oltrarno, es decir, al barrio que hay al otro lado del río Arno. Su principal atractivo es el palacio Pitti, la residencia de los Medicis, y es que el nombre de Florencia está asociado al de esta familia que la gobernó en buena parte de la edad media y el renacimiento, y que tanto hicieron por el arte. Es difícil encontrar una época en la historia de la humanidad tan espléndida en este aspecto como el Renacimiento Italiano, y ahí estaban siempre ellos, junto a los Miguel Ángeles, los Boticcellis, los Brunelleschis, etc etc. Aunque no hay que olvidar que Florencia no es sólo renacimiento y Medicis, aunque algunas guías se empeñen en lo contrario.

El Palacio Pitti, que por cierto lo construyó una familia rival para tener la mejor casa de la ciudad y acabó perdiéndola a favor de los todopoderosos, es el museo más grande de Florencia, y no sólo tiene su dosis de Rafael, Caravaggio, Tiziano, sino que tiene un museo de arte moderno, uno de la plata, de la porcelana, de los trajes y unos impresionantes jardines, todo visitable previo pago y previo cola en la taquilla que se quedaría pequeña para lo que nos esperaba.

La vuelta al centro Fiorentino fue por el puente Vecchio, que se ha ganado a pulso ser uno de los símbolos de la ciudad y de ahí a los Uffizis. Los Uffizis es uno de los museos más importantes del mundo (al menos eso dicen), pero al girar la esquina sufrí un chock antiturista, la cola era desproporcionada, no sólo por las más de 2h de espera sino por el caos total y absoluto, me acerqué a la taquilla y me recordó la taquilla de autobuses el año pasado en Marruecos, codazos, empujones, gritos…si yo esperara 3h y alguien intentase colarse también lo haría. El caso es que me hizo reflexionar, de verdad tanta gente entiende de arte?? Dentro la colección es descomunal, pero yo apenas conozco una decena de los cuadros expuestos y no creo que ninguno de ellos me provoquen el mini síndrome de Stendhal que algunos sufrimos de vez en cuando, así que nos lo saltamos, quizás en otro viaje, y por supuesto reservando por Internet que al menos reduciría la cola a menos de 30 minutos.

Nuestra siguiente parada fue la plaza de la Signora, precioso el palacio Vecchio que era la residencia de los Medicis antes de birlarle el palacio Pitti a sus rivales, claro que como bonito a mi este me lo pareció más, cuestión de gustos. En la plaza también destacan las estatuas romanas y renacentistas, algunas originales y otras copias, como el famoso David. En la ubicación original del David se encuentra una copia, supongo que casi exacta, y digo yo una vez visto esta que gracia tiene pagar 14€ por cabeza para ver la original?? Pues la tiene, aunque de eso hablaremos más adelante.

De aquí a la Santa Croce, hombre la iglesia no es gran cosa, quizás el Claustro, pero claro poder ver las tumbas de Galileo, Miguel Ángel, Maquiavelo, etc etc justifican su visita. Uff necesitamos un respiro, así que parada técnica a comer una Pizza justo en el callejón donde estaba la casa de Dante, vaya una cosa que no teníamos previsto y hemos visto de rebote.

Cómo queda tiempo para la hora que teníamos concertado la visita a la Academia, decidimos poner rumbo a la Piazza del Duomo, es la primera vez que me Florencia me deja con la boca abierta, para mi sin duda la catedral más bonita que he visto, al estilo de Pisa y Siena, pero sumándole el Duomo. Es un misterio de como Brunelleschi pudo levantarla, da igual, lo importante es que está ahí y podemos disfrutarla, de la catedral y de todo el conjunto porque el baptisterio y el campanile no se quedan atrás. Lo que no casa es el interior, joder que feo, ahora entiendo porque es gratis entrar.

Y ahora a correr que a las 15:30 tenemos hora para entrar en la Academia. Bueno, la Academia no tiene la cola de los Uffici, pero su horita en la cola si no tienes reserva te la llevas, así que doy por bien empleado los 4€ de gestión, aunque bien pensado, le dije al de la puerta que tenía reserva, me dejó entrar sin pedirme nada, y el de la taquilla se equivocó 2 veces dándome la vuelta de más….ayyy!! Marga que honrada eres, si no se lo dices nos hubieran salido las entradas gratis. La academia no es gran cosa, menos mal la exposición itinerante de cuadros de la época renacentista (Caravaggios, Botichelis, etc) porque si no el museo se queda muy corto, corto hasta que antes de doblar una esquina me dice Marga estás preparado, y ahí estaba el David, te deja petrificado, y no importa que hayas visto la copia exacta hace un rato, ahora estás delante del original, todo lo que diga es poco, le dimos como 10 vueltas nos sentamos delante, detrás, hasta cuando salía del museo le dije a Marga sólo una vez más..Y es que impresiona, el rey Davis después de vencer a Goliat, con su cara y sus manos tan grandes, se hizo así porque se iba a exponer en el exterior, y su ejemmm, bueno eso tan pequeño, vaya eso en las guías no dice porque, supongo que alguien habrá hecho una Tesis sobre el tema y que algún día me enteraré. Lo mejor cuando empecé a compararme el gemelo, es que fue instintivo, si este tio tiene músculos perfectos, mi gemelo es pluscuanperfecto porque es mayor, marga se dio cuenta y se partia, “no me lo puedo creer!!”, de decía, hija para algo de lo que estoy orgulloso, mis sesiones de bici me cuesta.

El resto de la tarde fue mas tranquilo. Visita por fuera al palacio Medicci-Ricardi otra chocita de los medas, San Lorenzo, donde no dejaron entrar a Marga por ir en pantalón corto, ja luego decimos de los moros, pero vamos lo mejor que es la capilla de los Mediccis (donde están sus tumbas) ya estaba cerrada, y a tomarnos un Spritzs, que por cierto me salió gratis porque el camarero se equivocó en la vuelta y esta vez lo cogí y salí por patas, de todas formas los 10e me los gasté en una cerveza en la plaza de la republica..mira que no darnos cuenta que estábamos en la zona de lujo. Pedazo de cena y para el hotel, que hoy si que estamos fundido, buff a mi me cansa esto más que el trekking por los Alpes.

Miércoles 11 de Agosto. Hoy va a ser el día más largo del viaje, casi 24h seguidas. Hemos empezado el día volviendo al barrio de Oltrano, a la plaza de Miguel ángel, las vistas de la ciudad son increíbles, menos mal que hemos hecho esta parada a pesar del largo trayecto que nos queda, porque perderse esto sería casi un pecado. De aquí al pueblo de Fiesole, en lo alto de una colina que domina toda la ciudad. El problema que al estar ya tan alto la ciudad se ve ya muy pequeñita, y después de verla desde el sitio anterior, no nos llamó mucho la atención. Fiesole fue un asentamiento Romano, con su anfiteatro, teatro, museo, incluso con bastantes restos etruscos, vamos para tener mucho tiempo. Nosotros por desgracia sólo pudimos hacer una visita muy rápida.

Tras unos Kms por carreteras secundaria, (vuelvo a insistir, que verde el norte de la Toscana, parece casi una selva) decidimos salir a la autopista para llegar lo más pronto posible a Parma. Parma no es gran cosa, la catedral y poco más pero era el sitio ideal para hacer una parada y ya de paso comer, que también es necesario, pero parar sólo lo justo para poder estar a media tarde en el lago Iseo tomando café.

Esto es otra historia, de nuevo los Alpes, que tranquilidad. El lago es precioso, lo mires por donde lo mires, le dimos la vuelta entera y paramos en casi todos los pueblos a cual más bonito. Desde todos se veía una isla central a la que se puede llegar en Ferry, la isla debe ser una pasada, pero obviamente no teníamos tiempo para visitarla, pero si nos dio tiempo a subir una montaña (con el coche) de 2000mtrs en la zona norte, es decir, volver a ver una estación de esquí alpina y volver a soñar con esquiar por ella. Me quedé tan entusiasmado con el lago, que creo que es el sitio ideal para un largo retiro, queda apuntado para un futuro espero que no muy lejano.

Y poco más a eso de la 1 de la noche llegaríamos al Aeropuerto para coger el avión a la 6 de la mañana de vuelta a casa. Vaya casi he escrito un libro en 3 fascículos, así que sólo voy a añadir que Florencia y la Toscana son preciosas, pero nosotros nos quedamos con nuestras montañas, con los Alpes y con sus infinitas oportunidades de aventura. Sube alguna vez una gran montaña y siente tener el mundo a tus pies, sólo entonces podremos discutir en igualdad de condiciones cuales son unas vacaciones ideales.

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