13 de septiembre de 2009

Nuestro segundo 3000. El Veleta

Ya comentaré el proyecto que tenemos en mente, pero dentro de él incluía la subida al Veleta, así que cuando supimos que la Vuelta a España pasaba por Sierra Nevada y encima, un sábado, ni nos lo pensamos: Vamos subimos el Veleta y luego vemos la vuelta. Además en el Club Hispabikers al grupo de carreteros la idea le pareció cojonuda así que decidieron venirse con nosotros aunque haciendo ellos una ruta algo más dura.

El día antes teníamos esa sensación de hormigueo en el estómago, esos nervios previos a un gran día, así que dormimos fatal, lo poco que dormimos porque el despertador sonó a las 5 AM. A las 6 habíamos quedado con la gente del Club, con José Antonio Cuberos que haría la ruta con nosotros en MTB y un amigo suyo que iría con los de carretera. La ruta la adecuamos al nivel de cada uno, aunque hasta el último minuto estuvimos cambiándola. Los de la flaca (bici de carretera, que tenían ventaja al ser la ruta de carretera) subirián 30Kms con más de 2.000 mtrs de desnivel acumulado, yo a 26 Kms (3 más de los programados inicialmente) con más de 1.800 mtrs y Marga y José Antonio 21 Kms (9 más de lo programado) con 1.500mtrs de desnivel. Y es que cuando subía con el coche le decía continuamente a Marga, para que empiezo desde aquí que no aguanto más, hasta que me hizo caso y me dejo subiendo mientras ella y José Antonio me acompañaban en coche.

Los primeros Kms son duros, al estar sólo marqué un ritmo fuerte, en las rectas apretaba y cuando venían las curvas de herraduras y el porcentaje aumentaba me ponía de pie subiendo pulsaciones para no perder ritmo... una gozada. Cuando llevaba 3 kms de subida me desvío por la antigua carretera a Pradollano, nunca había subido por ahí, esta zona es preciosa zigzageando entre pinos y a los 5 Kms veo a Marga y José parados en un rellano. ¿A qué no os atreveis a empezar desde aquí?? que no?? allá vamos y los tres para arriba.

Los siguientes Kms son con rampas durillas, y lo hacemos a ritmo tranquilo, sin parar de hacer fotos a toda la logística que se estaba moviendo preparando la carretera para los profesionales, y así continuamos hasta llegar al cruce de Pradollano, donde la carretera suaviza notoriamente, pero a pesar de esto José Antonio empieza a quedarse. Cuando nos damos cuenta lo habíamos perdido. Lo llamo y nos dice que no se encuentra bien, que le duele la barriga y que continuemos nosotros, me dio pena pero seguimos hacia arriba.

Pasamos junto a la meta de la Vuelta donde una familia completa estaba haciendo unos Kms de subida. Lo curioso era que uno de los niños que subía apenas tenía 4 años y aunque sólo subiese 2 o 3 Kms, subía casi a mi ritmo, el padre me comentó que este julio subió unos cuantos Kms del Mont Ventoux cuando pasó el Tour.

Ya llevo más de 15Kms de subida y hemos llegado a la barrera. A partir de aquí ya no pasan coches y la carretera empeora, tanto por el firme como por las rampas que empiezan otra vez a ser más duras. En los primero Kms de ascensión de este tramo nos adelantan los carreteros a los que apenas podemos seguir unos metros. Ya sabíamos que iba a ser imposible coincidir en la cumbre, pues empezaba a hacer cada vez más frío y no nos iban a poder esperar sin coger sin congelarse.

Este tramo es espectacular, curva contra curva, atravesando las pistas de esquí que tanto nos gusta recorrer en pleno invierno, pasando junto a los remontes íbamos comentando, mira la pista del Zorro o de Rebeco,!!! anda y el descansillo de la pista es la carretera!! y es que verlo sin nieve parece otro paisaje, ni mejor ni peor, simplemente distinto.

A 3.000 mtrs de altitud las fuerzas empiezan a flaquear, pero ya sabíamos que haríamos cumbre. Aunque a partir que aquí vino lo peor, que no fueron las rampas ni el cansancio, ni siquiera la altitud, fue el frío, Dios que frío!!!, parece mentira que no aprendamos, da igual que sea verano, que estemos en Andalucía donde tan sólo a unos Kms hace un calor sofocante. Cuando estás en alta montaña, el tiempo cambia y aquí estábamos a 5º, con un viento helado que te cortaba y nosotros con ropita de verano. Los montañeros que nos veían nos decín: ¿traeréis algo más de ropita para la bajada verdad???. Los dedos nos dolían, no podíamos cambiar, los teníamos acartonados, nos nos frotábamos con la ropa una y otra vez, y eso que estamos subiendo, cuando bajemos lo vamos a pasar canutas, pensábamos.
A 3.100mtrs nos encontramos con el grupo de carretera que baja tiritando con los dedos y los labios morado. Nos dicen que es de loco subir, pero no nos vamos a quedar a sólo 300 mtrs de cumbre, así que ni lo pensamos, para arriba. A los 3.200mtrs se acaba la carretera (creo que es la más alta de toda Europa) y empieza una pista pedregosa con rampas de hasta el 13% de desnivel, para acabar de matarnos... Pero hicimos cumbre. Allí estábamos a casi 3.400mts de altitud, con el mundo a nuestros pies, con la satisfación de haber conseguido un reto, una sensación de la que nunca me cansaré y que una vez que la conoces es como una droga que engancha, como siempre digo, no os puedo describir. El que quiera conocerla ya sabe, no he conocido a nadie que la haya tenido y que no repita.
La bajada, lo esperado, nunca he pasado tanto frío, tenía que frenar porque tiritaba tanto que temblaba la bici, incluso tuvimos que hacer una parada porque a Marga se le cortó el cuerpo y hasta le dió un pequeño mareo, pero con tranquilidad llegamos. En el tramos final ya estaban todos los laterales lleno de gente esperando a los profesionales, y por momento te sentías como uno de ellos. Recogimos las bicis y nos fuimos con el resto del grupo a las rampas duras del Alto de Monachil a ver pasar la vuelta.

Qué ambientazo, increíble lo que mueve una vuelta. Es una gran experiencia ver pasar a los profesionales a menos de un palmo, gritándoles, animándoles, se te ponen los pelos de punta, el año que viene repito y si ya pudiera ver una etapa del Tour, ni os cuento.

El resumen lo he repetido en varios foros, ya no me acuerdo del madrugón, no me acuerdo de los 600 Kms que hemos tenido que hacer en coche en un día, no me acuerdo del sufrimiento subiendo ni siquiera del frío, sólo me acuerdo del abrazo que le dí a Marga cuando llegamos arriba y de la sensación de ver el mundo desde aquella cima.

2 comentarios:

José Antonio Cuberos dijo...

Cabezazos empecé a darme cuando vi que la barriga empezaba a hacer de las suyas, la verdad que empecé muy muy bien y desde mi punto de vista para mi ha sido un gran logro, la cuesta más larga en mi haber hasta el Sábado era el Mogote y lo superé en dos kilometritos.

Un placer haber pedaleado con vosotros el ratito inicial y avisadme para la próxima que seguro que lo consigo.

Por cierto yo casi me muero de frío bajando desde los 2552 metros, la carita de frío que traíais era para veros, ya os pasaré las fotos que tengo de vosotros.

Ruben y Marga dijo...

la verdad es que nos dio cosa dejarte, estábamos preocupados, por eso te llamó rubén... pero bueno, el veleta siempte estará allí y tendrás más oportunidades... pero abrígate, aunque en Sevilla haga 40 grados, allí arriba pasarás frio...