5 de septiembre de 2019

Viaje Dolomitas 2019. Parte 2: Val di Sole



Nuestro primer día completo en la montaña fue el miércoles 7, que amaneció muy gris, aún así decidimos ir al valle de Peio y subvalle que se adentra en todo el corazón del parque del Stelvio. El valle tiene 2 ramificaciones, nosotros cogimos la más occidental que termina a unos 1600mtrs en un pequeño parking donde dejamos el coche, de ahí empieza una pequeña subida por un sendero muy chulo hasta llegar al lago de Palu. A pesar de ser un lago artificial es precioso, está a más de 1800mtrs entre grandes montañas, azul intenso rodeado de zonas muy verdes, llegar a el te lleva unos 15 min y sólo este paseo merece la pena.

Como el tiempo nos respetaba, caían algunas gotitas de vez en cuando pero nada importante, decidimos empezar a rodearlo, además Cristina decía que si cantaba dejaba de llover y supongo que es casualidad, pero cada vez que caían algunas gotas Cristina empezaba a cantar y a los 2 min había dejado, jeje, a ella le hacía ilusión. Rodemos el lago por la parte sur, la norte estaba cerrada por trabajos de desforestación. Es un paseo muy bonito, sin apenas desnivel, de 2 o 3 Kms que haces en 45 min, continuamente cruzas pequeños ríos por puentes artificiales, muchos de ellos salvan espectaculares cataratas que mueren en la orilla del lago. Además te va dando una visión distinta de las montañas cercanas.

No creía que pudiésemos llegar al final de lago, pero lo hicimos, hasta una pequeña cabaña no guardada con unas vacas muy raras y peludas en los alrededores, a Martina le encantaba acercarse a ellas. Justo aquí comienza una larga subida de 4h que te lleva a la zona del Paso del Tonale, otra gran ruta que tengo apuntada, pero claro con 2 niñas de 3 y 7 años lo mejor era volver sobre nuestros pasos. Al final nos salió una ruta de unos 6 o 7 Kms y de casi 3 horas, mucho más de lo que tenía pensado.


Tras comer en un merendero junto al parking nos acercamos a Peio, pueblecito curioso de montaña, pero lo mejor es que llegamos (de casualidad) a una zona de reserva donde atiende a los animales heridos del parque justo cuando había una actividad para explicar su labor. Nos tragamos más de media hora en italiano una explicación de los animales del parque, la verdad que se entendía muy bien y el guía se esforzaba para que nos enterásemos. Bueno, estuvo interesante y nos permitió ver gratis la reserva. No es que sea gran cosas, ves muchos ciervos pero poco más.

Coincidiendo con la siesta de las niñas decidimos subir la carretera del otro lado del valle, iterminable, después de más de 10Kms y no sé de que altura decidimos volvernos, estaba empezando a llover más fuerte y la carretera era complicada, no sé cuanto más seguiría pero el valle era una pasada, teníamos ya encimas montañas de casi 4000 mtrs, con sus neveros y pequeños glaciares, estábamos en todo el centro del parque del Stelvio, la zona más inaccesible, de aquí comienzan cientos de rutas de alta montaña. Por cierto el famoso paso del Stelvio estaba detrás de esas montañas, puede que a poco Kms en línea recta, pero a más de 3h de coche, hay que dar una vuelta increíble, eso si que no ha podido ser este año, así que ya no tengo excusa para no volver a la zona.


En la bajada a Croviana paramos a tomar café en un bar que vimos con un parque con muchos casas para los niños, Cris y Martina disfrutaron como locas de la tirolina, pero lo mejor es que había uno zona de escaladas y pasos aéreos, vamos una vía ferrata artificial, apuntamos a cristina a la opción fácil y me sorprendió que lo hiciese sin miedo, aunque esto no es nada para lo que vendría el día siguiente. Por cierto la mujer que gestionaba el parque nos intentaba convencer para que hiciésemos rafting al día siguiente, tentador, el río de Val di Sole es uno de los más famosos del mundo para  rafting. Si no llega a ser porque Martina no podía y uno debía esperar 2h, lo hubiese hecho, una experiencia más en la vida. Y justo al llegar a casa, el diluvio universal, lo dicho que suerte tuvimos con el tiempo.

El Jueves decidimos ir a la zona norte del Valle, cruzamos Ces y llegamos al Val di Nom, buscamos la gargantas de Novella, otra actividad como casi todas las del viaje descubierta en tripadvisor. Llegamos a las 10 y ohh casualidad, pero que suerte tenemos, la visita es guiada y sólo se puede a las 10 o por la tarde, después de discutir un rato con la de la taquilla porque no dejaba entrar a Martina, entramos, aunque la mujer no estaba conforme era demasiada pequeña.

La visita dura más de dos horas y son 4Kms de ruta, la primera parte la recorres en dirección norte por unas plantaciones de manzanas, muy famosas en la zona, la mujer nos explicaba todo el proceso, en italiano claro, aunque una vez más se entendía y además para eso tenía a la experta al lado. Pero lo mejor estaba por llegar, la vuelta la haces por unas plataformas artificiales que han construido en el cañón que ha formado el río. Es espectacular, hemos hecho varias de este estilo pero esta quizás sea la mejor, había zonas donde el cañón tenía mas de 50mtrs de profundidad y tocabas ambas paredes con las 2 manos, una ruta impresionante viendo la inmensa fuerza del río, las cataratas, las cuevas, todo en general, otro gran acierto del viaje.

Tras tomar en Cles un aperitivo fuimos al valle de Rabbi a comer, otro subvalle que sale justo desde Male. La pena es que la carretera la cortan de 10 a 6 de la tarde en un parking que hay justo antes de las termas, es un sitio muy chulo para comer pero te cae lejos del camping donde empiezan las rutas. A pesar de todos decidimos dar un paseíto carretera arriba. Es un paseo bonito, vas por un camino junto a un rio, nuestra intención era llegar al puente colgante que hay en la parte alta del valle, pero después de andar más de media hora nos dimos cuenta que era muy ambicioso, o nos volvíamos o no llegábamos a la actividad que teníamos prevista esa tarde, así que dejaremos este valle para el futuro.

Y así casi a las 5 de la tarde llegamos a lo que se convirtió en la actividad estrella del viaje, un parque multiaventura situado en Croviana. Te lo venden como el más grande del valle y no sé si ciertamente lo es, pero es espectacular. Son 9 niveles de rutas entre árboles, pasos por todo tipo de puentes, tirolinas y demás, a cual más complicado. Martina disfrutó mucho haciendo una y otra vez el nivel 1, el único para su edad, pero lo de Cristina fue un espectáculo, aún ahora, 3 semanas después no para de hablar de eso, que hizo del nivel 2 al 4, y que por supuesto quiere volver para hacer el 5. Yo hice con ella el 4, y realmente es una pasada, la cantidad de pasos complicados que hay, no sé como pudo hacer todo eso sin ayuda. Lástima que cerraran a las 18:30, queríamos hacer el 5 pero ya no nos dejaron, no sé si para mi fue un alivio, porque si me resultó difícil el 4, no queiro ni pensar en seguir subiendo.




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