Nuestro primer día completo en la montaña fue el miércoles 7, que amaneció
muy gris, aún así decidimos ir al valle de Peio y subvalle que se adentra en
todo el corazón del parque del Stelvio. El valle tiene 2 ramificaciones,
nosotros cogimos la más occidental que termina a unos 1600mtrs en un pequeño
parking donde dejamos el coche, de ahí empieza una pequeña subida por un
sendero muy chulo hasta llegar al lago de Palu. A pesar de ser un lago
artificial es precioso, está a más de 1800mtrs entre grandes montañas, azul
intenso rodeado de zonas muy verdes, llegar a el te lleva unos 15 min y sólo
este paseo merece la pena.
Como el tiempo nos respetaba, caían algunas gotitas de vez en cuando pero nada
importante, decidimos empezar a rodearlo, además Cristina decía que si cantaba
dejaba de llover y supongo que es casualidad, pero cada vez que caían algunas
gotas Cristina empezaba a cantar y a los 2 min había dejado, jeje, a ella le
hacía ilusión. Rodemos el lago por la parte sur, la norte estaba cerrada por
trabajos de desforestación. Es un paseo muy bonito, sin apenas desnivel, de 2 o
3 Kms que haces en 45 min, continuamente cruzas pequeños ríos por puentes
artificiales, muchos de ellos salvan espectaculares cataratas que mueren en la
orilla del lago. Además te va dando una visión distinta de las montañas
cercanas.

No creía que pudiésemos llegar al final de lago, pero lo hicimos, hasta una
pequeña cabaña no guardada con unas vacas muy raras y peludas en los
alrededores, a Martina le encantaba acercarse a ellas. Justo aquí comienza una
larga subida de 4h que te lleva a la zona del Paso del Tonale, otra gran ruta
que tengo apuntada, pero claro con 2 niñas de 3 y 7 años lo mejor era volver
sobre nuestros pasos. Al final nos salió una ruta de unos 6 o 7 Kms y de casi 3
horas, mucho más de lo que tenía pensado.
Tras comer en un merendero junto al parking nos acercamos a Peio,
pueblecito curioso de montaña, pero lo mejor es que llegamos (de casualidad) a
una zona de reserva donde atiende a los animales heridos del parque justo
cuando había una actividad para explicar su labor. Nos tragamos más de media
hora en italiano una explicación de los animales del parque, la verdad que se
entendía muy bien y el guía se esforzaba para que nos enterásemos. Bueno,
estuvo interesante y nos permitió ver gratis la reserva. No es que sea gran
cosas, ves muchos ciervos pero poco más.
Coincidiendo con la siesta de las niñas decidimos subir la carretera del
otro lado del valle, iterminable, después de más de 10Kms y no sé de que altura
decidimos volvernos, estaba empezando a llover más fuerte y la carretera era
complicada, no sé cuanto más seguiría pero el valle era una pasada, teníamos ya
encimas montañas de casi 4000 mtrs, con sus neveros y pequeños glaciares,
estábamos en todo el centro del parque del Stelvio, la zona más inaccesible, de
aquí comienzan cientos de rutas de alta montaña. Por cierto el famoso paso del
Stelvio estaba detrás de esas montañas, puede que a poco Kms en línea recta,
pero a más de 3h de coche, hay que dar una vuelta increíble, eso si que no ha
podido ser este año, así que ya no tengo excusa para no volver a la zona.
En la bajada a Croviana paramos a tomar café en un bar que vimos con un
parque con muchos casas para los niños, Cris y Martina disfrutaron como locas
de la tirolina, pero lo mejor es que había uno zona de escaladas y pasos
aéreos, vamos una vía ferrata artificial, apuntamos a cristina a la opción
fácil y me sorprendió que lo hiciese sin miedo, aunque esto no es nada para lo
que vendría el día siguiente. Por cierto la mujer que gestionaba el parque nos
intentaba convencer para que hiciésemos rafting al día siguiente, tentador, el
río de Val di Sole es uno de los más famosos del mundo para rafting. Si no llega a ser porque Martina no
podía y uno debía esperar 2h, lo hubiese hecho, una experiencia más en la vida.
Y justo al llegar a casa, el diluvio universal, lo dicho que suerte tuvimos con
el tiempo.
El Jueves decidimos ir a la zona norte del Valle, cruzamos Ces y llegamos
al Val di Nom, buscamos la gargantas de Novella, otra actividad como casi todas
las del viaje descubierta en tripadvisor. Llegamos a las 10 y ohh casualidad,
pero que suerte tenemos, la visita es guiada y sólo se puede a las 10 o por la
tarde, después de discutir un rato con la de la taquilla porque no dejaba
entrar a Martina, entramos, aunque la mujer no estaba conforme era demasiada
pequeña.
La visita dura más de dos horas y son 4Kms de ruta, la primera parte la
recorres en dirección norte por unas plantaciones de manzanas, muy famosas en
la zona, la mujer nos explicaba todo el proceso, en italiano claro, aunque una
vez más se entendía y además para eso tenía a la experta al lado. Pero lo mejor
estaba por llegar, la vuelta la haces por unas plataformas artificiales que han
construido en el cañón que ha formado el río. Es espectacular, hemos hecho
varias de este estilo pero esta quizás sea la mejor, había zonas donde el cañón
tenía mas de 50mtrs de profundidad y tocabas ambas paredes con las 2 manos, una
ruta impresionante viendo la inmensa fuerza del río, las cataratas, las cuevas,
todo en general, otro gran acierto del viaje.
Tras tomar en Cles un aperitivo fuimos al valle de Rabbi a comer, otro
subvalle que sale justo desde Male. La pena es que la carretera la cortan de 10
a 6 de la tarde en un parking que hay justo antes de las termas, es un sitio
muy chulo para comer pero te cae lejos del camping donde empiezan las rutas. A
pesar de todos decidimos dar un paseíto carretera arriba. Es un paseo bonito,
vas por un camino junto a un rio, nuestra intención era llegar al puente
colgante que hay en la parte alta del valle, pero después de andar más de media
hora nos dimos cuenta que era muy ambicioso, o nos volvíamos o no llegábamos a
la actividad que teníamos prevista esa tarde, así que dejaremos este valle para
el futuro.
Y así casi a las 5 de la tarde llegamos a lo que se convirtió en la
actividad estrella del viaje, un parque multiaventura situado en Croviana. Te
lo venden como el más grande del valle y no sé si ciertamente lo es, pero es
espectacular. Son 9 niveles de rutas entre árboles, pasos por todo tipo de
puentes, tirolinas y demás, a cual más complicado. Martina disfrutó mucho
haciendo una y otra vez el nivel 1, el único para su edad, pero lo de Cristina
fue un espectáculo, aún ahora, 3 semanas después no para de hablar de eso, que
hizo del nivel 2 al 4, y que por supuesto quiere volver para hacer el 5. Yo hice
con ella el 4, y realmente es una pasada, la cantidad de pasos complicados que
hay, no sé como pudo hacer todo eso sin ayuda. Lástima que cerraran a las
18:30, queríamos hacer el 5 pero ya no nos dejaron, no sé si para mi fue un
alivio, porque si me resultó difícil el 4, no queiro ni pensar en seguir
subiendo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario