25 de junio de 2008

Un día Importante



El pasado sábado 21 de junio, se bautizó Ángel López Guerrero. A priori podría ser un bautizo normal, como el de otros muchos niños, pero éste era especial. Especial porque el que se bautizaba era mi sobrino, y especial porque yo soy su madrina.

Tras recibir la noticia parte de mi hermano y mi cuñada de que yo sería la madrina, y una vez vista la carita de este bebé, el gran día era su bautizo. No por el acto social que ello lleva implícito, sino porque de alguna forma, entre Ángel y yo, quedaba materializada una unión especial, que día a día trataré de cuidar y alimentar.

Él quizás no se enteró de nada, es más, no se enteró de nada, pero yo sí, y cuando pasen unos años le contaré como fue ese día, y como tu tío Tomás Sánchez y su tia, Marga López, asumimos el papel de padrinos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito lo que escribes. No he podido evitar emocionarme, y una sensación algo estraña se ha despertado en mi interior, muchos lo llaman instino maternal (nunca se habla del instinto paternal, pero eso es debate aparte). Debe ser hermoso eso de ver crecer a un ser tan pequeñito en su origen, que un día te pertenecío, pero que renuncias a él en el mismo momento que le regalas la vida. Enseñarle a vivir como un día te enseñaron a tí. Dicen los que han pasado por esa experiencia, que te cambia la vida. yo creo que justo es el momento en que tu vida cobra sentido (o un sentido diferente)porque de alguna forma una parte de tí quedará cuando tú te vayas.
Como en casi todo, cuando llego ese momento seguiremos juntas en esto.