Es difícil empezar esta entrada
sin acordarme que son las primeras navidades con Cristina, y sin duda eso ha
sido lo mejor de todas estas Navidades. Es cierto que las entradas del blog están dedicadas a viajes y aventuras, y que su participación en las realizadas
estas Navidades ha sido cortita, pero como ella ya es el centro sobre lo que
gira todo, ha estado muy presente en todas ellas. Voy a intentar resumirlas en
una sola entrada para no hacerlo interminable.
Últimamente hemos aparcado la
bici y nos hemos centrado en el running, y dentro de esta modalidad lo más
espectacular han sido los Trails. En concreto me remontaré al Puente de
Diciembre cuando tras mucho planearlo conseguimos hacer el primer Trail por el
corazón de las minas de Riotinto. Desde el balneario bajamos hasta Nerva
buscando el antiguo pueblo (que ha sido totalmente sepultado por los
vacies de mineral) y de ahí volvimos a subir hasta el Alto de la Mesa. Lo
curioso de la subida es que para evitar subir por los vacies (ya que son
inestables) tenías que bordearlos completamente, y claro el ver esas moles de
hasta 100mtrs de altos ante nosotros fue mucha tentación. Nació un nuevo
proyecto que llevaríamos a cabo el mismo 31/12.

Ese día cruzamos completamente la
mina de punta a punta, desde Nerva hasta la carretera de la Dehesa, subiendo el
vacie por una de las partes bajas (estamos hablando de más de 30mtrs) y
entrando en el mismo Cerro Colorao, espectacular los paisajes, caminando por el
mismo Marte!! Como se nos hizo tarde en lugar de ir a la Cruz de Santa Bárbara
(ya tenemos proyecto pendiente) buscamos un paso hasta Corta Atalaya, no sé
cual de las 2 minas es más espectaculares, como dice uno de las primeras
entradas de este blog, sin duda el lugar más bonito del mundo.

Pero quedaba una más, y fue una
exploración de Corta Atalaya que realizamos el 30/12. Esta vez hacia el oeste,
buscando el final de la mina, una vez más entre paisajes de otro planeta y
fábricas abandonadas que dan idea de lo que fue esto hace unos años. La mina se
acaba en un cortado, otro vacie gigantesco aparentemente difícil de bjar. Pero
quien dijo miedo!! Ya tenemos pensado una nueva ruta exploratoria, buscar una
bajada del vacie hasta el río Tintillo o Agrio y seguir su cauce hasta que desemboca
en el Odiel recorriendo antiguas vías de trenes mineros.

Sin dejar el running, no quiero
olvidarme de que este año hemos corrido la San Silvestre de Campillo el día
28/12, sólo un Km. Pero la gracia es que la corrimos los 3, bueno en realidad
los 6, Tomas padre e hijo, Marga llevando el carrito de Cris y yo el de Marcos,
toda una experiencia correr con un carrito que parecían que se desmontaba, los
pobres niños. Y el 31 la San Silvestre minera, un capricho de correr un poco
antes de las uvas, ya casi de noche por la vía entre Riotinto y Campillos, espero
poder instaurar esto como una pequeña tradición.
En cuanto al esquí, como casi
también es una tradición, hicimos nuestra escapadita entre semana a Sierra Nevada.
Tradición que sólo se rompió el año pasado por motivos evidentes, 2 añitos llevábamos
sin esquiar, pero la verdad que apenas lo notamos, en cuanto le cogimos el
tranquillo, como montar en bici, ahí íbamos los 2 por todas las pistas de
Sierra Nevada disfrutando como enanos. Solo nos planteábamos cuando podríamos
traer a Cris, pero me parece que para eso aún quedan unos años.


Por último el montañismo, y es
que ha sido superior a nosotros, no aprovechar el único día de vacaciones en
todas las navidades para hacer una fugaz escapadita a a sierra de Grazalema. Subir
una vez más el Simancón y el Reloj, pero esta vez dando 2 vueltas de tuerca a
la dificultad. Una queriendo, a la subida y otra sin querer, a la bajada. Y es
que esta vez decidimos subir el Reloj por su cara este, la difícil, un canchal
de rocas de no mucho tamaño, pero con grietas entre ellas en algunas zonas muy
profundas, con lo que había que andar con mucho ojo, cualquier traspiés hubiese
sido grave. La subida la hicimos buscando una diagonal, cuyo track encontramos
en Internet, que bordea el mazacote final que corona el reloj, subir este
mazacote por el este es casi imposible (sin material), ya que al final se
inclina cerca a los 90º.

Del Reloj al Simancón por la
cresta que los une, creo que esto es lo más complicado, porque aquí las grietas
entre piedra son más ancha y algunas tienen varios metros de profundidad, y de ahí para abajo. El problema es que en
lugar de bajar por la via normal buscamos un paso que hay al puerto del boyar y
nos equivocamos. Dejamos una montañita (no sé el nombre) a la izquierda cuando
teníamos que haberla dejado a la derecha y nos plantamos en un cortado de más
de 300mtrs con el camino abajo. Viendo que se nos echaba el tiempo encima
hicimos como tantas veces, a lo bruto, bajar como pudimos por los canchales que veíamos menos inclinado. La verdad que
estuvo muy chulo, pero llegamos a agobiarnos, porque a las 4 teníamos que estar
recogiendo a Cris en la guarde y hacer una bajada con prisas en la que tiene
que recular varias veces porque llegas a puntos imposibles te saca de los
nervios. Llegaba hasta correr de un punto a otro, con lo peligroso que es ir
corriendo por un canchal saltando de roca en roca, pero bueno.
http://www.youtube.com/watch?v=YtB92clqgh8
http://www.youtube.com/watch?v=jmU8U8TUBrw
http://www.youtube.com/watch?v=SexrociSgcw
Y poco más, que para tener una
niña de 8 mesecitos ha dado de si estas navidades, espero que el año que viene
haya muchos más y que poco a poco Cris vaya entrando en el grupo porque
proyectos tenemos para muchos, muchísimos años.