
Un año más nos tocaba nuestra
tradicional ruta de montaña de Julio coincidiendo con nuestro aniversario. Pero
este año en lugar de buscar algún nuevo pico decidimos cambiar de idea, subir
con Cristina al Veleta, un pico que aunque habíamos hecho ya varias veces,
pensaba que era un tresmil asequible para ella. Y es que me hacía mucha ilusión
que coronase su primer tresmil, un año llevaba contándole historia de la
montaña y de la cueva del tiburón, un año completo hablando de esta ruta.

Así que el viernes 13 de Julio
pusimos rumbo a sierra Nevada Marga, Cristina y yo, y dejamos en casa a la más
peque, Martina, que con sólo 2 años tendrá que dejar estas aventuras para más
adelante. Pasamos la noche en el albergue universitario, como es casi una
tradición. Al día siguiente nos levantamos a las 7:30 desayunamos y nos fuimos
a coger el autobús que sube a posiciones, a casi 3000mtrs. Pero hay algo con lo
que no contábamos, el viento. Era infernal de más de 70Km/h con rachas que te
tiraban casi de espalda.

La subida es sencilla, apenas un
par de Kms por una carretera para salvar los 400m de desnivel hasta llegar a
los 3398m que tiene el Veleta, sencilla en condiciones normales, pero no lo
era, el viento era insoportable, no podíamos ni hablar y Cristina estaba muy
asustada, quizás no eran las mejores condiciones para haberla traído, pero con
calma, hablándole y dándole alguna que otra chuche fuimos haciendo el camino.
Muchos de los que venían se volvían, otros que tenían pensado ir al Mulhacen
decidieron quedarse aquí, hoy no era el día para casi nadie.

Además le conté la historia del
oxígeno y altura, y quizás me pasé en la explicación, en medio de la ruta me
dijo que no quería subir por si se quedaba arriba sin oxígeno (ni que fuera el
Everest), me reí un rato y tuve otra vez que hacer de psicólogo. Pero con
tranquilidad llegamos, a su primer tresmil, sé que lo pasó mal en algún momento,
pero espero que con el tiempo le quede un buen recuerdo de esta pequeña proeza.
Cuando íbamos bajando ya se iba tranquilizando y al escuchar que todo el mundo
le llamaba campeona noté que la cara de miedo se le iba cambiando poco a poco
por una cara de sentirse orgullosa de si misma.

La vuelta otra paliza, tuvimos
que dar un pequeño rodeo para bajar porque no me atrevía a meterle mucha
pendiente y eso hizo que se nos hiciese tarde para ir a la zona de La Laguna a
comer, así que nos fuimos a Borreguiles a buscar un rinconcito resguardado- Por
el camino la famosa cueva del tiburón, un año contándole historias a Cristinas
para que se emocionas?e, que será la cueva del tiburón? Hasta miedo tenía, como
va a haber un tiburón en la montaña, y es que la cueva no es más que un túnel
en una pista de esquí cuya entrada es una boca de tiburón
😊.
De ahí al refugio apenas hay un par de Kms, a lo tonto habíamos descendido más
de 800m de desnivel y unos 5Kms, no está mal para una niña de 6 años.

Y poco más, hoy no ha sido el
mejor día para iniciar a nadie en la alta montaña, más bien ha sido para
enseñarle lo que puede llegar a ser la alta montaña, da igual que sea verano en
Andalucía, cuando estás por encima de 3000mtrs puede llegar a hacer unas
condiciones tan extremas que por ejemplo el simple hecho de que no llevásemos
guantes pudo estropearnos la ruta. Nieve, viento, frío, espero que se quede con
la parte positiva, la de haber subido allí, a un sitio que poca gente de su
edad puede decir que haya sido capaz de subir, y menos en estas condiciones, y
que el año que viene quiera seguir volviendo con nosotros. Espero que proto
incorpore al miembro de la expedición que faltaba, durante la ruta una y otra
vez decíamos, anda que si estuviese aquí Chicho terremoto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario