
Ni sé las veces que habíamos
programado ir al Pueblo Pitufo, un año intentando ir, pero cuando no era la
lluvia, era la operación de Cristina o mi viaje a Marruecos. Así que este otoño
era objetivo prioritario y en la primera ocasión, allí que fuimos. Si hacía
calor, quizás mas de lo normal, pero es que si nos arriesgábamos a esperar a
Noviembre, seguro que algo pasaba.

El viernes 6 de Octubre salimos
camino de Cartajimar, pueblo de la serranía de Ronda en pleno valle del Genal.
El valle una maravilla, no sé la de veces que he venido y cada vez me sorprende
más. Una Sierra preciosa, con una vegetación espesísima, atravesada de
carreteras sinuosas y pueblos a cual más espectacular.

Cartájimar es un pueblo muy
pequeñito, pero con mucho encanto, el pie de “Los Riscos” una formación de
montañas muy curiosas que bueno, algún día tendremos que visitarla. El pueblo
de calles estrechas, cuestas, fantástico para pasear. Tomamos café en el bar
donde estaban los jubilados jugando a las cartas y fuimos a la única tienda del
pueblo, era para verla. La casa donde nos quedamos magnífica, con todas las
comodidades y un balcón con vistas a Los Riscos, donde podías ver una preciosa
puesta de sol.

El Sábado tocaba ruta, y en otro
sitio que hay que enmarcarlo, la Sierra de las Nieves. Para llegar al corazón
de la sierra tienes que coger un carril de más de 10Kms, se me olvidaba, era el
viaje de estreno de nuestro nuevo coche, un todocamino que se comportó como un
campeón por estos lares. Que diferencia cuando cogimos este carril hace unos
años con el otro coche. bueno, que llegas al merendero y de ahí tienes cientos
de alternativas, nosotros intentaríamos la más clásica de todas, subir al
Torrecilla, el pico más alto de Málaga con 1919m.

Nada más entrar en el carril nos
dimos cuenta que por allí transcurría una carrera, por cierto hago un
paréntesis con las carreras. Aparte de los famosos 101, en Ronda hace muchísima
a cual más apetecible. EL UTVG es una de ellas, que ya tiene fama
internacional, recorrer todo los pueblos del valle debe ser una pasada, y por
la sierra de las Nieves hay varias, hasta un organizador nos contó que quieren
meter los 101 por aquí, pero claro a ver si el parque da permiso para meter a
más de cinco mil personas recorriendo esto en un día.

Bueno, que vuelvo al merendero,
allí el Seprona nos echó. Está prohibido los coches por el parque con la calor
que hace, pero los de la organización habían dejado las puertas abiertas, así
que decisión rápida, dejo a Marga y las niñas y saco el coche a más de 2KM,
donde podía dejarlo. Y carrerita al merendero. Llegué empapado, ofu que calor.
Tras ver a los primero ciclistas, empezamos el sendero de subido por un
pinsanpar. Precioso, casi 4 Kms con 400m de desnivel. Marga decidió con Martina
a cuestas tirar para adelante y yo contando cientos de historia a Cristina para
que no se aburriese y no se acordase del cansancio.

Como una campeona hasta arriba,
hasta las antenas. Más de hora y media por un sendero en zig-zag. A partir de
aquí ya no había tanto desnivel, pero nos quedaba más de la mitad del
recorrido, ya no había sombra, era ya la una y la calor era intensa, además
tenía claro desde el principio que esto era un imposible. Llegar hasta aquí me
parecía increíble, así que buscamos una sombrita para comer y para que Cristina
no se sintiese mal subimos una pequeña montañita y allí plantó su bandera.
Estaba deseando, llevaba días diciéndolo y luego se llevo días contándoselo a
todo el mundo, y como no sabemos si la montaña tenía nombre la bautizó como
montaña Cristina. Aunque luego bajando se acordó que ya había yo bautizado una
montaña así hace años y me dijo, papa puedo cambiarle el nombre, claro, pues se
llamará Montaña Martina.
https://youtu.be/qev3reslEi4
https://youtu.be/UQ8bNbESbUs
La bajada por el carril de subida
a las antenas, muy larga, ya pensaba que se me plantaba, pero nada, llegamos de
nuevo al merendero y de ahí un alma caritativa nos llevó al coche. Vaya ruta de
casi 8Kms que se había hecho la niña, a ver si sigue así, porque entonces
podremos hacer muchas cosas junto.

Por la tarde tocaba visitar el
famoso pueblo pitufo, Juzcar. La verdad que es muy curioso ver el valle
salpicado por esos preciosos pueblos blancos y que de repente te encuentres uno
completamente azul. Tanta fama le ha dado al pueblo que con apenas 500
habitantes tiene más de 50 mil visitas al año. Las niñas disfrutaron muchísimo
haciéndose fotos con los restos que quedan de pitufos, porque por desgracia el
propietario de los derechos de los Pitufos ha pedido un pastón al pueblo y han
decidido ocultar cualquier referencia a los mismos, pero quedan muchas cosas,
algún dibujo en una casa, casitas tipo setas y un Papa pitufo gigante con el
que todos los niños se hacen las fotos.

En fin que todo muy bien, para
Cris un sueño y para Martina una pesadilla, porque cada vez que pedía el chupe
le decíamos que se lo había llevado un pitufo, y hoy, un mes después seguimos
diciéndoselo, y ella con su media lengua responde, Tufo no, chupe de Nanina. Curioso
que cuando tomaba café en un bar recordé la imagen y si aquí habíamos estado
hace unos 6 o 7 años, después de hacer una vía ferrata, cuando el pueblo era
blanco y no azul, que cosas.

Al día siguiente tocaba Ronda. No
recuerdo yo Ronda, no sé cómo decirlo, tan turística, cosmopolita. Un domingo
estaba abarrota de turistas de todas las nacionalidades, con todos los bares y
tiendas abiertos, y a mi me parecía estar más en una calle de Londres que en un
pueblo andaluz. Bares modernos, tiendas muy curiosas, todo muy cuidado. Del
pueblo en si, pues el famoso tajo, con su puente, precioso, el entorno el
barranco el camino por debajo, por arriba, los balcones, el parador, todo. Es
una de las postales más bonitas que se pueden ver.

Yo he tenido la suerte de verlo
muchas veces y desde todos lados, hasta subiendo el tajo por una ferrata que
hay. Al lado, la famosa alameda en la que acaba los 101, que recuerdos, dos
veces he llegado aquí a la meta, y este año no pudo ser la tercera, primera a
pie, por culpa del trabajo. Y la plaza de toros, esto es lo peor del turismo,
creo que 9€ por cabeza entrar, mejor eso lo dejamos para los Japoneses. En fin
que quedan muchas cosas más que no vimos, como las murallas, el barrio de la
zona Este del Tajo, etc etc. Me volvió a sorprender muy gratamente, volveremos
y seguro que más de una vez.
Y ya está, de 10 esta nueva aventura de la familia,
viaje muy completito, de aventura, de naturaleza, de cultura, de monumentos,
con nuestro nuevo coche que se ha portado fantásticamente. Es una zona que está
a 2h de casa y que habrá que planear alguna que otra fuga más, como decía
Cristina, Papa tendremos que volver pronto a ver si sigue arriba mi bandera.
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