El miércoles amaneció con
bastantes dudas así que de nuevo dejamos lo del tren, pensamos mucho las
alternativas y decidimos algo que no estaba en el plan, el Valle de Ordesa.
Estaba a una hora de coche, en un principio lo habíamos descartado porque
Ordesa significa Monte Perdido, y esas son ya palabras Mayores, es una subida
que está en nuestro radar para un futuro no muy lejano, pero como se nos habían
acabado las ideas decidimos ir a ver un poco el Valle, y no nos arrepentimos en
absoluto.
Ya que íbamos escogimos uno de
los sitios más típicos, la pradera de Ordesa. Para llegar a ella tienes que
dejar el coche en el pueblo de Torla y coger un autobús que te lleva a la
pradera, para Cristina fue lo mejor del día, montarse en un autobús. Justo
donde te deja empieza la subida para el famoso refugio de Goriz y el monte
perdido. Es difícil describir esto, sin duda lo más espectacular de todo el
viaje, un valle en forma de U entre unas espectaculares paredes, bueno que
quizás viendo las fotos os hagáis una idea porque esto es muy difícil
describir.
La subida la hicimos por la parte
norte del río justo hasta las primeras cataratas, una hora de camino
impresionante, la mejor foto de todo el viaje, que ahora mismo está en la pared
de mi escalera junto con la de los viajes de los últimos 4 años, anda, otra
cosa que se está convirtiendo en una tradición. De ahí hacia arriba ni me lo
imagino, porque quedaba los más espectacular, o al menos lo más conocido, las
cataratas de cola de caballo, el refugio, el paso de roland, y como no el Monte
perdido. Ya está marcado con letras doradas en nuestros proyecto.
No sabíamos muy bien que hacer
por la tarde, así que decidimos ir a ver si podíamos coger el tren de
Tramacastilla. Es un tren de estos que van por la carretera, por lo que
pensábamos que sería un paseíto por el pueblo y alrededores, no nos llamaba la
atención, y era bastante caro, pero quien le decía ahora a las niñas que se quedaban
sin tren. Tuvimos bastante suerte porque cogimos las 4 últimas plazas del tren
de las cuatro, había otro a las 6:30, pero si hubiésemos tenido que esperar,
hubiésemos llegado muy tarde para hacer las maletas y nos hubiésemos pelado de
frío, ahora hablo del frío más adelante.
En fin que ahí íbamos los 4 en el
tren por el pueblo diciéndole adiós a todo el mundo, pero de repente el tren
entra por un carril y empieza a subir y a subir y a subir. Madre mía que
camino, no sé cómo un tren de estos se puede meter por aquí, pero es
espectacular, estamos en medio de la nada, otra vez a más de 2000m, en un lago
glaciar, el único problema era el frío. Ya nos advirtió en la salida, coger
chaquetas para subir, ni me imagino lo que sería los que viniesen aquí 3 horas más
tarde. Ya sólo por esto merecía la pena gastarse el dinero. Pero quedaba lo
mejor.
Del lago sale otro camino, que
sigue subiendo, y entra en el valle más bonito que he visto en todo el viaje,
junto con Ordesa claro, rodeado de unas paredes impresionante, con nieve en los
corredores de subida, y al fondo una especie de paso al valle de Canfranc. Aquí
arriba hubiese sido muy difícil subir a pie, con las niñas imposible, y me
hubiese perdido esto. Bueno, paradita del tren en el punto más alto y ahora a
bajar hasta Piedrafita, y de ahí meterse por un bosque precioso hasta
Tramacastilla. Muy, pero que muy recomendable, menos mal que nos animamos a
hacerlo. De ahí a casa 5min, a hacer las maletas ducharnos que mañana toca
madrugar a las 5 para volver, aunque con el recuerdo de este último gran día,
que ha sido muy completo.


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