Es imposible poder expresar lo que sentimos cuando el pasado día 15 de agosto, a las 11 de la mañana y después de 11 días, y más de 800 kms sobre la bici, llegamos a la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela, sería como querer vaciar el mar con cubos....
Marcarte una meta lejana y con esfurzo ir viendo como se consigue. La sensación de llegar a ella es casi indescriptible, y no sólo por el esfuerzo que has hecho, sino por la vivencia que has tenido, por lo que ha supuesto...
El Camino de Santiago es una experiencia que está por encima del esfuerzo que te cuesta conseguirlo, sólo cuando la haces lo entiendes... No hay principio, no hay fin... En ningún momento tienes prisa por llegar, la meta es el camino, no es Santiago, y en ningún momento hay pena por haberlo terminado, es algo que nos quedará para siempre...
Como nos dijo un leones con el que coincidimos una noche en el Camino, "venir para volver", es la sensación que os va a quedar...
Me quedo con lo que supone El Camino para muchas de las personas que lo realizan, no es turismo, no es un viaje´más, ni una meta deportiva... Es un viaje hacia sí mismo, "no vayas rápido porque es a tí a dónde debes llegar",.. Y con el momento en la Plaza del Obradoiro en la que nos abrazamos y lloramos y se formó un corro a nuestro alrededor de toda la gente que había, muchos hasta nos hacían fotos, nunca se me olvidará que otro peregrino se nos acercó y nos dijo "enhorabuena chicos, que bonito".
Gracias a todos los que nos habéis ayudado y apoyado, a nuestras familias, a nuestros amigos, a los que están y a los que ya no están.... estabáis todos cuando abrazamos al Santo...
Marga y Rubén
PD: En nuestro Blog El Camino, tendrás en unos días una crónica detalla con fotos y vídeos de lo que ha sido esta maravillosa aventura.
